Ha hecho pero que muy bien Víctor Mollejo en pedir perdón en público por exhibir los testículos en Cartagonova –qué menos–, lo que seguramente le suponga una rebaja en la sanción que le aplicará Competición. Mejor, si en lugar de realizar ese gesto cuya gestación nace de los más profundo de la ridícula relación que se establece en el inconsciente del macho alfa entre la virilidad y el éxito, hubiese celebrado su gol sin esa traca de testosterona, pero se le fue la mano y la cabeza. Por lo visto no se pudo contener, y aunque haya tenido el detalle de flagelarse con celeridad, el futbolista ha dañado la imagen del club, cuya camiseta se ha paseado por las portadas del país con un empleado irrespetuoso y grosero dentro de ella. Ha faltado a la entidad, a la afición y a sí mismo, por lo que además de recibir el castigo deportivo correspondiente que le impedirá estar a disposición de Fran Escribá durante algunos partidos, el propio Real Zaragoza debería aplicar su reglamento de régimen interno con el jugador. Que Mollejo haya expresado su arrepentimiento no exime que le entidad actúe, también, cómo no, de frente a todas las personas que representa para comunicar que repudia ese tipo de ceremonias inadmisibles en cualquier contexto, escenario y cultura. No puede aplicar la táctica del avestruz en este partido.
A la espera del Real Zaragoza con Mollejo
Así es. Ni quito ni pongo coma.
No soy capaz de expresar lo mejor.
Silenciar el hecho, como comenta alguno y alguna por las RRSS, no impide que el procedimiento administrativo sancionador abierto siga su curso natural. La Ley 39/22 de 28 de diciembre, del Deporte, no deja ningún tipo de dudas. La Liga está obligada a denunciar y, ojalá me equivoqué, puede llegar a ser falta muy grave.
El comentario de que el año pasado o los anteriores, muchos jugadores lo han hecho sin sanción punitiva no cabe ahora en el cuadro legislativo vigente. La ley entró en vigor el 1 de enero de este año 2023 con el PSOE legislando con Podemos en el Gobierno.
El meollo de la cuestión radica en el artículo 104 y ss. Mucho tendrá que luchar el Departamento legislativo del Real Zaragoza, si lo consiguiese sería el summum de la excelencia de los equipos del Director General que tiene que empezar a moverse ya, para ver cuál es pensamiento del órgano sancionador y del Consejo Superior del Deporte ante el que cabe recurso.
Una posible multa de 3.001 a 30.000 euros y de 4 a 6 partidos de sanción.
Lo peor es que se destruye la preciosa imagen y marca, que el Real Zaragoza consiguió en la despedida de Zapater.
Dos meses y medio de buena imagen destruida por 5 segundos de una acción impropia de todo un profesional de Primera División cedido en Segunda por 350.000 €.
Y Escribá, cuya misión no sólo radica en tener que decir cómo quiere que jueguen sus jugadores, también debe recordarles que no deben hacer. Parte de este error es también suyo como máximo responsable de la acción u omisión de sus jugadores cuando representan al Real Zaragoza.
5 segundos que pueden marcar un punto de inflexión en negativo, porque estos asuntos que no son baladíes al afectar a jugadores, entrenadores, cuerpo técnico y directivos.
Sí, 5 malditos segundos.
¿Por qué, Mollejo, por qué lo hiciste?
Deberá de ser sancionado por el club, además es impensable que no se diera cuanta de lo que hacía. La Liga no se preocupen ustedes que ya hará lo suyo. Se lo han dejado a huevo a su presidente, sujeto que odia nuestros colores.
Entonces con Amaral q hacemos? Mollejo se toca los genitales, Amaral enseña un pecho. Pero contra ella no vamos, xq ensalza el nosequé de la mujer.
Así deberá hacer el Club si queremos ser respetados. Por cierto, comienza la Liga de verdad con las bajas de Mollejo, Francho y la más lástima, por desgracia, de Nieto.