El entrenador del Real Zaragoza, al igual que Idiakez en el Leganés, ha ejecutado los 5 cambios en todos los partidos para conceder 17 minutos de media a cada jugador de relevo, la media más baja de la categoría
Juan Carlos Carcedo, a la par que Idiakez en el Leganés, es el entrenador que menos tiempo concede a los jugadores que salen del banquillo. El técnico riojano ha ejecutado los cinco cambios en la siete jornadas disputadas, con una media de 17 minutos para cada relevo de un total de 627. Para las 35 sustituciones ha utilizado 12 futbolistas por este orden de participación: Mollejo (113), Larrazabal (98) Francho (91) Vada (44), Simeone (37), Puche (43), Eugeni (40), Petrovic (38), Gueye (27), Azón (37), Narváez (15) y Nieto (1). Zapater, Vigaray (sin citar nunca), Luna, Quinteros, Operé, Rtaón, Rebollo y Lasure ni se han levantado de la banqueta ni han entrado en alineación alguna. El entrenador cuenta con una arquitectura de equipo practicamente intocable con Cristian, Gámez, Jair, Francés, Fuentes, Manu Molina, Bermejo, Vada, Simeone y en los tres últimos encuentros Mollejo y Lluís López con apariciones en un par de ocasiones en el once de Francho, Eugeni, Nieto, Narváez, Chavarría (ambos ya fuera de la plantilla) y una vez Puche. Su confianza, casi absoluta, está depositada en una docena de jugadores a la espera de Azón y Gueye.
Esa fe en unos y la desconfianza en la mayoría es lo que ha hecho que el conjunto aragonés sea el que menos tiempo concede a los reservas entre todos los clubes de Segunda junto a ese Leganés a la deriva de la mano del exzaragocista Idiakez. Carcedo, como el resto de sus colegas, mira al reloj y recurre a las permutas en función de los resultados. En caso de que el marcador le agrade, retrasa en lo posible los cambios, mientras que si la derrota amenaza, acelera más las modificaciones en busca de una reacción. Sus apuestas mas atrevidas se localizan en los encuentros contra el Lugo y en Mirandés, sin que en ambos casos los reservistas le respondieran. Frente a los gallegos Vada entró tras el descanso y se fueron sumando Larrazabal, Mollejo, Gueye y Petrovic para aportar 121 minutos en nada fructíferos. En Anduva ocurrió algo similar: 115 minutos para Larrazabal, Francho, Azón, Eugeni y Gueye sin lograr siquiera el empate.
Camino de los triunfos ante Ponferadina y Sporting, el técnico apuró al máximo hasta que se decidió por dar entrada en El Toralín a Puche en el minuto 69, a Francho y Larrazabal en el 86 y a Nieto en el 90+1. Con los asturianos, Carcedo inició la ruleta de variaciones a partir del minuto 76 con Larrazabal, Puche y Francho, Azón en el 86 y Petrovic en el 89. La excesiva cautela del entrenador y el pequeño margen de nombres que maneja reflejan a un Real Zaragoza muy chato para competir a largo plazo, con apenas 18 jugadores útiles en la cartilla de Carcedo y muy pocas opciones para que los recambios salgan del almacén.