Luis Carlos Cuartero abandonará su cargo de director general y cualquier relación con el club del que ha sido jugador desde las categorías infantiles hasta debutar en el primer equipo en 1993. El ejecutivo ha decidido desligarse de la entidad pese a que Raúl Sanllehí, nuevo director general en cuanto se rubrique el acuerdo de la compraventa, le propuso la continuidad en otro puesto sin concretar. El representante del nuevo grupo inversor ha calificado de «gran zaragocista» a Cuartero, de ahí su intención de que permaneciera a su lado.
El ejecutivo aragonés fue nombrado primero consejero en 2012 con Agapito Iglesias y alcanzó su cota más alta de gestión cuando se hizo responsable de su actual posición en 2016 por decisión de la Fundación Zaragoza 2032,. En este periodo de diez años ha sido una de las figuras más criticadas del organigrama directivo por sus estrechos lazos con el empresario soriano, además de por la invisibilidad de su labor y su más que cuestionada cualificación en ambas etapas en un equipo que cumplirá diez años en Segunda. Su fuerte relación personal con muchos de los dirigentes de la propiedad saliente ha sido clave para que ocupara el despacho que dejará en los próximos días después de considerar que ha cumplido un ciclo. Posiblemente el más oscuro en todos los sentidos en los 90 años de vida del Real Zaragoza.
Lo más sorprendente de su salida, con sus antecedentes de gestión y los resultados deportivos que se han conseguido tras una tormentoso desfile de entrenadores, directores deportivos y jugadores con los que no sólo no se ha conseguido el ascenso sino que se ha estado muy cerca de caer fuera de las competiciones profesionales, es que lo haga por su propio pie. La aparición de un nuevo horizonte inversor anunciaba por lógica la destitución o relevo de Luis Carlos Cuartero. Sin embargo, Sanllehí ha intentado convencerle sin éxito para que se perpetuara en la nueva aventura, posibilidad que no ha contemplado.
Me parece bien que no quiera seguir. Sus ocupaciones agrícolas lo necesitan más que el Zaragoza.
De momento, el desembarco de la nueva propiedad, está sembrado de dudas para el zaragocismo. Alucinante que le propongan a Cuartero seguir.