Dos genios rompen la lámpara sin luz del Real Zaragoza

Un Deportivo entumecido encuentra en Mario Soriano y Yeremay la salida a su crisis y los puñales para acabar con un colista con tanto brío como falta de talento (0-2)

Puso todo lo que tiene el Real Zaragoza para contener al Deportivo e intentar sorprenderle en alguna jugada aislada. Pero en la mesa de los tahúres donde se sienta, se le nota demasiado que va de farol pese a que Rubén Sellés la esté enseñando a poner cara de póker con orden y brío, dos cartas apreciables aunque insuficientes para ganar un encuentro. Volvió a caer en casa, sumó su quinta jornada consecutiva perdiendo y la tercera sin marcar, en esta ocasión frente a un rival entumecido, inmerso en una crisis de resultados a la que puso fin en el Ibercaja Estadio construido como puente modular hacia la gloria de la Nueva Romareda y que se ha convertido en una pasarela hacia el infierno del descenso. El equipo de Antonio Hidalgo tuvo que esperar con paciencia y poco fútbol a que llegara la inspiración de algunos de los ases que tiene en la plantilla para zanjar la partida. Después de una primera parte de pico y pala con otra lesión incluida, la de Cuenca, y una ocasión de oro de Moya frente a Parreño que el impávido centrocampista no supo cómo resolver, de la lámpara gallega salieron en la segunda Mario Soriano y Yeremay para explicarle al colista, si no es ya consciente, por qué lo es: la calidad ajustició a la falta de talento.

El Real Zaragoza es bocado para cualquier depredador. Se revuelve, corre y pelea con cierto orgullo en esa formación de batalla que su nuevo entrenador le ha dado para competir y creer en la permanencia. Pero va muy corto de argumentos cuando hay que inventar algo diferente con la pelota. Y en cuanto recibe un gol, su fe y su iglesia se desmoronan. Tenía bajas importantes para la ocasión, sobre todo en el eje defensivo, y resulta que la medida de urgencia, el juvenil Alejandro Gomes, fue el mejor. Otros días el destacado era Saidu… Dos chicos de la Ciudad Deportiva brillando sobre la grisácea plantilla que ha configurado Txema Indias explica muy a las claras la raíz del mal. Parte de la afición castigó a los jugadores antes de que accedieran al campo y dentro de él pidió la dimisión de la directiva. Todo lo que haga el zaragocismo está justificado y es lícito, si bien en ese palco que hace décadas temblaba con un soplido de la grada, ahora se sientan personajes sin representatividad que ni sienten ni padecen ni escuchan y a quienes el club les sirve de herramienta para llenar sus bolsillos incluso las noches de funeral.

El diagnóstico empieza a ser de más tristeza que dolor. La impotencia se impone sobre las sanas voluntades de cambiar las cosas para que no suceda lo que parece inevitable. Ahora mismo, la pérdida de categoría asoma ineludible con o sin calculadora, con manifestaciones o resignación. El destino de la institución sigue estando en el entrenador y sus jugadores, que deberán protagonizar una hazaña digna de Homero. El problema es que en este ejército desaliñado no se distingue héroe alguno, si acaso un pelotón de esforzados de la terrible ruta que le han marcado desde los despachos de Madrid y Miami. La noche se abrió sobrecogedora con el minuto de silencio por el fallecimiento del cadete Jorge Casado y su familia haciendo piña junto a los futbolistas. Una racimo de globos blanquiazules se elevó hacia el cielo de la ciudad. El corazón del zaragocismo y el de todos los padres se estremeció al unísono. La única alegría deportiva la puso el Deportivo con ese par de detalles en los goles que al Real Zaragoza le hizo sentirse muy pequeño en una vía láctea por la que viaja dentro de un agujero negro. Mario Soriano estalló una falta en la escuadra de Adrián en una confabulación en el saque con Yeremay, quien minutos después se marcó una galopada de 60 metros para asistir de tacón a Mella. Cuando esos duendes fueron relevados, los niños zaragocistas les pedían sus camisetas y les aplaudían. Esta es la crónica.

Real Zaragoza 0: Adrián Rodríguez; Pomares, Insua, Gomes, Aguirregabiria (Juan Sebastian, min.83); Toni Moya, Francho; Valery (Paulino, min.83), Guti (Kodro, min.68), Cuenca (Pau Sans, min.36); y Soberón (Bazdar, min.68).

Deportivo 2: Germán; Quagliata, Comas (Dani Barcia, min.79), Loureiro, Noubi, Melia; Mario Soriano (Luismi Cruz, min.79), Villares, Gragera; Yeremay (Cristian, min.87) y Eddahchouri (Stoichkov, min.66).

Goles: 0-1. Min.54, Mario. 0-2. Min.73, Mella.

Árbitro: Saúl Ais Reig. Amonestó con cartulina amarilla a Soberón, por el Real Zaragoza, y a Comas, por el Deportivo.

Incidencias: partido correspondiente a la duodécima jornada de LaLiga Hypermotion disputado en el Ibercaja Estadio ante 14.566 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del jugador del equipo cadete y socio del club Jorge Casado, fallecido el pasado lunes.

One comment on “Dos genios rompen la lámpara sin luz del Real Zaragoza

  • Leonardo , Direct link to comment

    Noche del Día de los Difuntos. Noche l’ugubre.
    El ataud está depositado en la sala de trofeos, la desconsolada afición se va acercando a las exequias, que ninguna rata se atrevería a oficiar. Pues tendría que decir en su sermón a los fieles: «Aquí yace, gracias a mis obras, el cadaver insepulto de una brillante historia deportiva, que comenzó hacia 1.963, y a la que hoy daremos sepultura».

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