Dos semanas en el manicomio de Indias

El director deportivo maneja una situación caótica en la recta final del mercado, pendiente de muchos fichajes de cierta talla y de salidas en la que cualquiera puede tener la puerta abierta

El Real Zaragoza, a once días del cierre del mercado, es un barco de papel en el epicentro de la tormenta perfecta. El teléfono y la calculadora de Txema Indias echan fuego porque por un lado le cuelgan la llamada en cuanto se habla de dinero y por otro busca aligerar la plantilla a toda máquina para conseguir al menos tres fichajes que maquillen la plantilla y competir sin el menor grado de ambición. El objetivo es salvar la temporada. En Anoeta, con un filial bisoño hasta las cejas, perdió por un error defensivo y por inanición creativa y ofensiva. ¿Mereció perder? Esto de los merecimientos se pesa en dos básculas diferentes, la propia y la del rival, y la Real Sociedad se llevó el partido porque fue mejor justo cuando hubo que serlo. Sus tres puntos no son en absoluto injustos porque pescó a plato puesto y elevó un rompeolas insuperable para disfrutar del manjar.

La derrota parece que no ha hecho mucha pupa en el Real Zaragoza, ni en su entrenador ni en sus jugadores, todos convencidos de que se hicieron las cosas muy bien y escudados en que esto es sólo el principio. Pero el principio de qué. El de San Sebastián era un partido para ganarlo o al menos intentarlo sin negociación alguna, sin excusas de bajas ni de equipo en construcción. Fue una cita entre profesionales y chicos en el que la experiencia jamás asomó frente a los jóvenes donostiarras. La derrota fue un golpe mayúsculo por lo que no se vio en un Real Zaragoza mal ideado por Gabi Fernández esa tarde y donde nadie salvo Paulino, Moyano y un poco de Sebastián iluminaron un conjunto ordinario y mal trabajado antes y sobre todo después del gol.

En la alineación hubo ocho futbolistas con dorsal de titulares, con Soberón y Sans relegados a la suplencia y con cinco de la siete adquisiciones del verano. Se observaron dos detalles preocupantes: que los nuevos no pudieron marcar diferencias sustanciales y que el técnico eligió con Aketxe la ruta conservadora aun estando enfrente un recién ascendido de vuelo corto. Indias contempló la insuficiencia de su trabajo en un estreno a la carta para sumar un triunfo, y ahora su despacho, a dos semanas del 1 de septiembre, es un manicomio. Maneja el ejecutivo una situación caótica en la recta final del mercado, pendiente de muchos fichajes de cierta talla y de salidas en la que cualquiera puede tener la puerta abierta para hacer caja y cubrir los mínimos.

En principio, las intenciones son contratar un portero, un central y un mediocentro, todos para la titularidad sin rechistar. Lo evidente para aguantar el tirón. Para dar un salto mayor, más que improbable, otro central más de calidad y un delantero de área serían necesarios. El director deportivo ya avisó que no tiene previsto desmontar la nómina de contratados más allá de sus cálculos, con Bakis a la cabeza del pelotón y de los sueldos a evitar. Pero hay otros nada baratos para el club y de dudosa productividad que podrían ponerse en el escaparate caso de Moya, Bazdar, Calero, Aketxe, Dani Gómez e incluso Bare. El problema es encontrar un club dispuesto a hacerse cargo de salarios elevados. El Real Zaragoza va a mezclar novedades interesantes con otras de saldo, cedidos de última hora en la lotería de la última oportunidad y un bloque de prescindibles que, seguramente, serán irreemplazable por obligación. Una locura de puzle.

One comment on “Dos semanas en el manicomio de Indias

  • Agustín , Direct link to comment

    Lo que mal empieza mal acaba. El primer error dejar escapar a Arriaga un jugador que lo da todo , el segundo error han tenido tres meses para desprenderse de Calero, Tasende, Moya, Aketche, Bakis, Keidi Bare. Tercer error el entrenador no vale para el Real Zaragoza, ramplón, miedoso y ninguna propuesta futbolística. Cuarto error el director deportivo que a estas alturas no haya sido capaz de fichar un portero y dos centrales diferenciales en la categoría dice mucho de quién tenemos de director deportivo y todo se resume en los ineptos que en esta época rigen los destinos del Real Zaragoza son gente ajenas a nuestra tierra con falsedades cada vez que abren la boca y sin escrúpulos. Es lo que nos toca en esta época hasta que un día la afición que es lo mejor que tenemos diga BASTA

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