El cierzo y el árbitro castigan a un Real Zaragoza delirante

El colegiado perdonó la roja a Vilarrasa con el 0-0 en un estadio inadecuado para el vendaval donde el equipo de Gabi, expulsado junto a Akouokou, cae con un gol de Francho y por su calamidad ofensiva (0-1)

El Estadio Ibercaja se examinó por primera vez con el cierzo calándole los huesos y se demostró lo que sospechaba, que no está preparado para contener un vendaval que hizo del encuentro un correcalles, un espectáculo lamentable de imprecisiones por parte de los dos equipos. Con ese viento furioso siempre en contra del fútbol, el campo, a cuyos constructores e ideólogos habría que hacer un monumento, se presenta también para el futuro como un enemigo más para el Real Zaragoza de Gabi Fernández, ya limitado por sus propios y numerosos pecados. El viento lo enloqueció todo y convirtió el balón en un objeto indomable. También despeinó las neuronas del colegiado Rafael Sánchez, que perdonó la segunda amarilla a Vilarrasa por una mano de libro cuando el marcador indicaba un empate que parecía imposible de romper. Esa jugada hubiese dejado al Córdoba con uno menos, pero seguramente no hubiese supuesto ventaja alguna para el conjunto aragonés, estrábico por naturaleza frente a la portería. Tuvo sus ocasiones y sus llegadas, pero carece de finalizadores rotundos y de centradores diestros en el último pase. Cuenca fue quien más cerca estuvo de marcar en dos acciones que colgó en la grada, y Francho resultó el pasador más habitual aunque nada exacto.

El partido acabó con otra derrota en casa del Real Zaragoza, que ya es penúltimo. El maldito aire, el maldito árbitro… La maldita fortuna que eligió a Francho como autor del único tanto al peinar en el primer palo un córner lanzado por Dalisson que acabó dentro de la cueva de Andrada. Todo jugó en su contra, principalmente él, que se puso en marcha con la misma alineación que había ganado al Mirandés con la excepción de Tasende por el lesionado Pomares sin alcanzar en ningún momento la consistencia que tuvo en Mendizorroza. Como estaba previsto, el Córdoba quiso jugar y el Real Zaragoza, correr. Ninguno alcanzó sus objetivos en ese pasillo rebelde de corrientes. Un detalle, un error, una segunda jugada asomaban como la gran estrategia para conseguir un triunfo y huir del descenso. Rafael Sánchez indultó a Vilarrasa, a quien Ivan Ania quitó de inmediato para evitar males mayores, y poco después Francho, el capitán, fue traicionado por el cierzo en su intento de despejar un balón que venía rociado de cicuta. El golpe de autoridad que buscaba Gabi en esta cita se convirtió en un golpe de infortunio sin que el entrenador supiera cómo resolver la tragedia.

En la anterior jornada, con el trivote, se venció y el equipo mejoró la pálida candidez de su juego. Contra el Córdoba, de aquel once sólo pareció estar Cuenca en los primeros minutos, amenazando por su banda ajeno a la climatología y a Vilarasa. Akouokou, Saidu y Guti se desajustaron, Sebas Moyano desapareció y Dani Gómez, engullido por un perfecto Fomeyem y por alguna coz de Rubén Alves, eligió fatal en una oportunidad que tuvo frente a Iker Álvarez y que por un altruismo incomprensible cedió tarde y mal para Cuenca. Con el 0-1, Gabi sacó a la tropa de delanteros que tenía en el banquillo y cargó el área y sus inmediaciones de pólvora mojada, ya que desconfía de la mayoría de los puntas que puso sobre el césped. Como en el colegio se juntaron Pau Sans y Valery, y a peso Kodro, Bazdar y Soberón. El resultado, el giro hacia ninguna parte de un técnico pueril fue delirante, un Real Zaragoza sin recursos para igualar siquiera contra un rival en sus mismas circunstancias, moliendo el área con balones ininteligibles en busca de una limosna, un rebote, otro gol en propia meta. Con futbolistas fuera de posición y de sí. La falta de cordura se llevó por delante a Akouokou, quien tras perder un balón sumó la segunda tarjeta y no estará en Almería, y a Gabi Fernández, destinatario de la roja en plena pataleta por otro disparate del árbitro. El Ibercaja Estadio empieza a tomar forma de ataúd con el cierzo de música funeraria de fondo.

Real Zaragoza 0: Andrada; Francho, Tachi, Insua, Tasende (Soberón, min. 79); Guti, Paul Akouokou, Saidu (Bazdar, min. 70); Cuenca (Valery, min. 57), Moyano (Pau Sans, min. 58), Dani Gómez (Kodro, min. 70).

Córdoba 1: Iker Álvarez; Isaac, Fomeyem, Rubén Alves, Vilarrasa (Timorán, min. 56); Requena, Dalisson (Del Moral, min. 82), Isma Ruiz; Jacobo González, Fuentes (Guardiola, min. 76), Kevin Medina (Diego Bri, min. 76).

Gol: 0-1, M.68: Francho Serrano, en propia meta.

Árbitro: Rafael Sánchez (Comité murciano). Mostró cartulina amarilla a Tachi (m. 3), Dani Gómez (m. 25), Akouokou (m. 30), Andrada (min. 90) y Guti (min. 95), del Zaragoza. Por el Córdoba amonestó a Rubén Alves (m. 11), Vilarrasa (m. 12), Timorán (m. 59), Guardiola (m. 83) y Requena (m. 92). Expulsó por doble amonestación a Akouokou (m.89) y con roja directa al técnico local Gabi Fernández (m. 92).

Incidencias: Encuentro correspondiente a la octava jornada de LaLiga Hypermotion disputado en el Ibercaja Estadio ante 15.808 espectadores.

07 comments on “El cierzo y el árbitro castigan a un Real Zaragoza delirante

  • Leonardo , Direct link to comment

    Ni el cierzo ni el árbitro son responsables de la clamorosa ineptitud del equipo y su entrenador.
    Vayamos a lo esencial, no a lo accidental.

    • Federico , Direct link to comment

      Así es. Si en ocho jornadas sólo se ha ganado un partido y se han marcado 0,5 goles por partido, hablar del árbitro no es intelectualmente honrado. La culpa la tiene toda la dirección administrativa y deportiva, el señor Fernández (pennywise) y la plantilla al completo. Únicamente.
      Lo del campo en pleno descampado y desmontable como las peores plazas de toros sí que habría que preguntar qué intereses espúrios se esconden. Perdón, prohibido preguntar pues el campo está avalado con el nombre de la entidad aragonesa.
      En fin, no me quiero repetir.

  • Antonio , Direct link to comment

    Dani Gómez no es altruista, sino dubitativo. Siempre duda, no se atreve a finalizar él y cuando pasa el balón lo ha ce mal o tarde.
    En el primer gol que ha marcado estuvo dudando tanto que llevo la duda a la defensa y al portero.

  • Antonio , Direct link to comment

    No consiste en sacar todos los delanteros al campo, sino hay fútbol no sirve de nada. Para qué tanto rematador s el balón no llega jugado

  • Félix , Direct link to comment

    Lo cierto es que la depresión mayor que sufre todo el equipo es de una dimensión incalculable. El fracaso precedente de las últimas temporadas, que coinciden con la nueva propiedad, se ha convertido en un predictor del fracaso total. Da la sensación de que nadie cree en si mismo, y que no haya alguien que enderece el rumbo que se lleva hacia el abismo ni que tenga la necesaria sabiduría futbolítica para revolucionar positivamente la situación. en lo futbolítico, visto el partido de ayer, con la salvedad de la actuación nefasta del ábitro, que sí influyó algo en el resultado, no vi a un Real Zaragoza inferior al Córdoba; pienso que son dos equipos muy similares. Sin embargo, un equipo en un partido lo más probable es que marque al menos un gol, algo que hizo el rival pero no el Real Zaragoza. Es en lo único que el rival fue superior ayer. No creo que los jugadores de esta plantilla sean tan malos como para haber ganado tan solo un partido de ocho, aunque la clasificación es el máximo juez, tiene que haber otros problemas más determinantes.

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