El balance de sus 19 igualadas arroja un saldo positivo para un equipo con tan poco gol
Los 19 empates dejan en el aire la incógnita de qué hubiese sido del Real Zaragoza si algunos de ellos los hubiera traducido en victorias. Sin estirar demasiado la hipótesis, en estos momentos estaría muy cerca del playoff de ascenso. En varios momentos se ha barajado esa suposición sostenida por la teoría de su alto nivel competitivo porque con ocho derrotas es el tercer club, tras Almería y Real Oviedo, que menos partidos ha perdido en 37 jornadas. Esa fortaleza, sin embargo, ha sido un espejismo cuya auténtica realidad se refleja en la clasificación, condicionada sustancialmente por ser el equipo con la cifra más baja de goles a favor por detrás del colista y ya descendido Alcorcón.
La melancolía por esa espectacular repetición de igualadas no tiene razón de ser, ya que ha supuesto el abono de su salvación. Ha luchado para empatar, no para ganar. De sus diez victorias, seis las ha sacado adelante con muchísimos apuros o remontando: Alcorcón (1-2), Burgos (0-1), Las Palmas (2-3), Sporting (1-2) y Fuenlabrada (2-1). Otras dos, muy merecidas, las ha logrado por la mínina (Eibar y Girona en La Romareda, ambas por 1-0). La mayor holgura la ha conseguido con un par de 2-0 en casa frente a Sporting y Almería. Casi siempre al límite para hacerse con los tres puntos, lo que en 27 partidos le ha sido imposible. La colección de empates tienen su propio capítulo, de cuya lectura se extrae que el Real Zaragoza puede sentirse muy satisfecho en el reparto de beneficios con sus rivales.
Su efectividad, 33 tantos para 49 puntos, no tiene parangón en Segunda ni en Primera, con nada menos que once citas finalizadas sin ver puerta. Pero el porqué de esa valoración positiva de su casi permanente anclaje en las tablas se justifica sin duda en su espíritu de supervivencia en la mayoría de los choques que han acabado en la división del premio. En cinco de los 19 empates, el conjunto aragonés ha empezado por delante en el marcador (Girona, Mirandés, Amorebieta, Ibiza y Tenerife), dejando escapar por lo tanto 10 puntos, mientras que en ocho lo ha hecho perdiendo (Fuenlabrada, Real Sociedad B, Lugo, Málaga en dos ocasiones, Ponferradina, Amorebieta y Huesca), por lo que ha rescatado ocho. Si no puedes ganar, no pierdas. Esa ha sido la máxima de un equipo con muchos límites para proclamarse vencedor en demasiadas jornadas pero exitoso en el balance general de los empates.