El lío sin Francho y cómo solucionarlo

El chico vino para ayudar a llevar el petate y resulta que ha coronado los 14 ochomiles de este Real Zaragoza de cordilleras planas. Ahora, víctima del covid, Francho descansa en su casa mientras el zaragocismo y Juan Ignacio Martínez, zarandeados como barcos de papel en la tormenta perfecta, buscan y se imaginan soluciones para encontrar la forma de hallar un relevo que mitigue su baja en las próximas jornadas. No es nada sencillo porque no hay nadie en la plantilla con su polivalencia, capacidades y un maduro liderazgo juvenil por el que transita el equipo para ser rebelde y para conservar la pelota. Su ausencia produce vértigo porque además afecta al centro del campo, núcleo del nuevo sistema de JIM y zona desamparada porque los expertos en eza zona interpretan, por lesión o bajo rendimiento, apena un cameo en la película. Sanabria podría haber sido, quizás, el remedio más natural, pero el uruguayo está lesionado de los gemelos. El técnico, aún así, tendrá que apostar por zarandear el equipo o por seguir la línea continuista con un solo cambio de hombre por hombre. Teniendo en cuenta, por supuesto las características de un Real Oviedo muy irregular.

LA MEJOR. Un 1-4-4-2 con Chavarría por delante de Nieto y Narváez cerca del punta: Sería la elección que provocaría más movimientos pero la que otorgaría un perfil donde el Real Zaragoza, seguramente, se reconocería mejor. Implicaría un 1-4-4-2 con Nieto de lateral izquierdo para adelantar a Chavarría a la medular y reunir a Igbekeme y Eguaras en el corazón del equipo, con Bermejo donde suele en las últimas citas. De paso, atendería al reclamo popular y más que justificado por la falta de gol de trasladar a Narváez a posiciones más cercanas al área para decidir por sí mismo, cuando mejor le ha ido, o para sacar provecho de las prolongaciones de Alegría (¿Azón?), quien, sin juego exterior que le suministre pases, agradecería la compañía de una atacante con buena interpretación en la asistencia.

EL RECAMBIO ‘NATURAL’. Zapater y, después, Adrián: Alberto Zapater tiene combustible para 60 minutos, pero, a primera vista, aparece como la alternativa menos chirriante si JIM opta por mantener el 1-4-1-4-1. Ha disputado cuatro partidos de titular –todos perdidos–, y salvo frente al Leganés, fue sustituido por debajo del minuto 70. Aun así estamos ante un futbolista de carácter, con pasado en Primera y que guarda la posición con fiereza y esa particular e intensa forma de entender el zaragocismo en el campo. Su disciplina táctica le avala y la velocidad ya le martiriza. Una vez cumplido el servicio, Adrián podría hacer el cambio de guardia para la última media hora.

LA ALTERNATIVA. Adrián y, después, Zapater: El madrileño no ha jugado un encuentro desde el principio, lastrado por una larga lesión muscular de la que recayó. Por lo tanto tampoco dispone de ritmo competitivo para un largo recorrido en los partidos. Tiene poco que ver con Francho, sobre todo en intensidad defensiva, pero su talento con el balón y su facilidad para llegar con ideas goleadoras podrían avalarle, seguramente no más allá de mediada la segunda parte. Entonces, sería el turno de Zapater.

LO IMPROBABLE. Zanimacchia: El italiano ha perdido por completo la confianza de su entrenador. La posición de Francho y su trabajo no cruzan similitudes con las del canterano, ya que se trata de un jugador con poca pausa y aceleraciones descontroladas que genera ansiedad al grupo. Solo podría encajar en un  1-4-4-1-1 y por banda, lo que supondría formar con Eguaras e Igbekeme en el doble pivote y trasladar a Bermejo a la mediapunta. Demasiada agitación para los supuestos beneficios que podría aportar.

One comment on “El lío sin Francho y cómo solucionarlo

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *