El plan sin Bebé vuelve a ser Giuliano

La baja del caboverdiano, que sigue con su selección, devuelve todo el protagonismo ofensivo al argentino frente al admirable Albacete en un partido con el centro del campo retocado

Bebé está siendo importante para que el Real Zaragoza. Metió un gol en Andorra que se tradujo en tres puntos y marcó otro en El Alcoraz que, por la polémica expulsión de Zapater, sólo sirvió para empatar. Hizo un tercero tan bello como inútil en la paliza encajada contra el Alavés. Si no fuera por su aportación realizadora en un equipo con tan escasa capacidad para definir, el conjunto aragonés estaría metido en un grave problema en la clasificación, bastante más cerca de los puestos de descenso a los que ahora mira con muy relativa tranquilidad. Pero el caboverdiano no estará este domingo frente al Albacete (16.15) ya que su selección no pudo con la de Eswatini (0-0), lo que deja pendiente la clasificación para la Copa Africana de Naciones de los criollos del segundo partido que se disputará el martes, y Bebé sigue en la citación.

Sin el extremo, el Real Zaragoza pierde una de sus principales herramientas ofensivas, por lo que con su baja, añadida a las de Azón y Mollejo y a la escasa fe que el técnico tiene por diferentes motivos en Gueye y Pau Sans, devuelve en esta ocasión todo el protagonismo en ataque a Giuliano, a su anterior y solitario estatus de faro agitador con la compañía del voluntarioso Puche. El argentino ha conseguido un tanto en las últimas once jornadas, pero sería injusto no otorgarle méritos paralelos a los de Bebé en este arduo trabajo de la permanencia. Suya fue la asistencia ante el Andorra, un pase magnífico, y suyo fue el triunfo ante el Leganés, con diana y diseño de un penalti. Hacen buena pareja, si bien, de elegir, quizá Simeone saldría ganador en una votación popular. El caso es que no coincidirán en el campo, lo que disminuye sustancialmente el armamento de un Real Zaragoza que buscará por necesidad la misma victoria que persiguen los manchegos para un objetivo de mayor relevancia, el playoff.

Caído Zapater en Huesca y en los comités de Competición y Apelación y sin el mencionado Bebé, Escribá tendrá que recomponer un centro del campo en el que se mantendrán Francho y Vada y al que volverá Alarcón. La otra plaza puede ser para el alicaído Bermejo, pero tampoco se debería descartar a Eugeni… Lo que parece improbable es que el entrenador cambie de sistema para jugar con un solo punta, opción que no le convenció demasiado cuando la activó. Alarcón, que vino en invierno y se quedó congelado en el banquillo después de una pobre puesta en escena, tendrá una nueva oportunidad para demostrar algo más en su irrelevante aportación hasta la fecha. La medular, tan poco influyente en la creación y en la colaboración en ataque, pone así a prueba a una formación inédita para controlar en lo posible el gobierno del encuentro.

El Albacete, recién ascendido, examina al Real Zaragoza en esta fase del calendario con cinco de los seis primeros clasificados por delante. Lo del equipo de Rubén Albés es admirable. Con la base de la plantilla que subió de 1ª RFEF y el segundo presupuesto más bajo de la categoría, es sexto y el segundo equipo más goleador de la categoría gracias al equilibrado y notable reparto anotador de sus futbolistas de media cancha hacia arriba. Higinio, Dubasin, Manu Fuster, Mikel Mesa… Entre los cinco han firmado 30 de la 40 dianas que lleva su equipo. Será lo que deba controlar Escribá, esa alegre participación ofensiva de su rival, para lo que cuenta con una defensa que ha recuperado su fiabilidad tras los accidentes de Alavés y Málaga, y de la que no moverá una sola pieza con Gámez, Francés, Jair y Nieto a piñón fijo.

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