El Real Zaragoza comunica que la venta ha sido imposible

El Real Zaragoza ha hecho oficial, a través de un comunicado en su página web y dirigiéndose a su masa social, que da por cerradas todas las operaciones de compraventa del club que inició hace meses y que no han prosperado al no haberse producido la llegada de fondos pese a que con una de las partes interesadas se había llegado a un acuerdo «a falta de la firma y de los fondos», como indicó en un par de ocasiones el presidente Christian Lapetra. «La intención desde nuestra entrada en la propiedad del Real Zaragoza ha sido siempre la de incorporar capital para mejorar su viabilidad. Y hasta la fecha, han sido muchos los ofrecimientos; sin embargo, la delicada situación financiera de la entidad ha provocado que la práctica totalidad de las negociaciones no prosperaran. Es conocido que en las últimas fechas habíamos mantenido conversaciones con un grupo inversor interesado en adquirir las participaciones mayoritarias de la sociedad. Las negociaciones avanzaron hasta concretarse la redacción de un contrato que las dos partes aprobaron y acordaron, y de la que no ha llegado la oferta económica vinculante».

El cierre de las negociaciones tiene como consecuencia directa que la Fundación 2032 seguirá al frente con su organigrama intacto y con una política financiera de máxima moderación y control de deuda, línea que marcó desde su aterrizaje en el 2014 y que ha seguido con una rectitud innegociable. En la nota publicada, se señala que mantienen abiertas puertas alternativas para el caso de que se surjan futuros intereses de compraventa. «Este Consejo de Administración, dentro de sus responsabilidades, tiene abierto a través del despacho de abogados de Cuatrecasas un proceso ordenado de entrada de capital, para estudiar y valorar todas las propuestas que se reciben. Como es nuestra obligación, seguimos trabajando en encontrar la mejor solución para asegurar el futuro del Real Zaragoza».

Spain Fotball Capital, con los hijos del periodista Carlos Luis Álvarez ‘Cándido’ y el abogado barcelonés Kiko Domínguez como representantes, ha sido siempre la sociedad con la que el club ha tratado de sellar la compraventa. Esta opción, que llegó de la mano del consejero Fernando de Yarza, aseguraba una inversión de 50 millones de euros de un supuesto capital internacional para hacer frente a la compra de las acciones, los pagos urgentes y para revitalizar la plantilla con el objetivo de formar un equipo competitivo que pudiera aspirar al ascenso. La operación, que comenzó a fraguarse el año pasado, estuvo en todo su proceso dentro de un marco de ambigüedad, filtraciones interesadas y la certeza de que César Alierta había decidido desvincularse y recuperar lo invertido, lo que dejaba en el aire al resto del consejo y a trabajadores muy interesados en que la nueva propiedad les incluyera en su estructura, entre ellos el propio Yarza, Christian Lapetra, Luis Carlos Cuartero y Fernando Sainz de Varanda.

Príncipes de París siempre mantuvo una distancia prudencial y muy crítica sobre este procedimiento en base a un trabajo de seguimiento, consultas e informaciones que indicaban del poco músculo financiero que tendría Spain Fotball Capital, como así se ha confirmado y de la guerra de guerrillas dentro de la Fundación por conservar nichos de poder y nóminas en el organigrama de los futuribles dueños. En los últimos meses se produjo un silencio sepulcral, solo roto por la presencia de Lapetra y Sainz de Varanda en el primer entrenamiento de la pretemporada, donde en una charla informal aseguraron a la prensa que todo su seguía su proceso y que la compraventa podría producirse «o no». Fue el primer indicio de que que la operación se estaba desinflando pese a que el presidente insistió en un par de ocasiones que el pacto era un hecho «a falta de firma y de los fondos». Esa incongruencia, acentuada por la paralización de todo el trabajo deportivo que tanto daño está haciendo al equipo, y la definitiva ausencia de cualquier tipo de inyección de capital han desembocado en un final sin principio, con la Fundación y el Heraldo, su voz interesada, en muy mal lugar.

Esta web publicó algunos artículos sobre la nebulosa y las dificultades de la operación. Uno de las más concluyentes fue el que descubría que un familiar del propietario del Paris Saint Germain, Nasser Al-Khelaïfi (en la foto), había pedido un informe inicial del despacho jurídico nacional con sede en Zaragoza para desestimar tan siquiera la oferta al considerar que no había negocio ni viabilidad en una inversión en el Real Zaragoza. Otro grupo inversor americano que tiene en propiedad varios clubes estadounidenses también hizo el mismo acercamiento con idéntica conclusión: no se pusieron en contacto con el club frente a la frágil tesitura deportiva y económica. En ambos casos valoraron la inexistencia de activos y la mínima garantía de conseguir beneficios con la venta de jugadores con futuro. Que dos grupos de esa envergadura descartasen iniciar cualquier tipo de aproximación era un indicativo de las dificultades que acarrea gestionar un club en bancarrota y con unas cargas de enorme calibre en sus finanzas.

Aun así, desde el epicentro del club, con Yarza a la cabeza y Alierta cada más distanciado de esa oferta tan futil como inconcreta, se insistió a la desesperada en la vía de los hijos de Cándido era la buena. El telón ha caído con un triste epitafio para los gestores de la institución por su incapacidad para detectar lo que ha resultado una burla que impide el cambio accionarial que reclamaban ellos mismos y sobre todo la afición, agotada de su desinterés una vez que les resultó inviable hacer negocio con el Real Zaragoza, su principal objetivo desde su llegada. El producto de esa incompetencia, además de la irrespirable atmósfera que se mantendrá bajo el gobierno de la misma propiedad amparada en parte por el acuerdo con el fondo de inversión CVC que trajo La Liga y gracias y por modificación del concurso de acreedores, es la configuración de un equipo construido mal y tarde que, posiblemente, pague durante la temporada el precio de una auténtica tomadura de pelo a todos los niveles. Incluso en el mismo comunicado, redactado con nocturnidad, sin dar la cara frente a la masa social en un último acto de cobardía.

«A pesar de nuestras estrecheces económicas, hemos conseguido reducir la deuda del club en estos siete años a la mitad, disputando tres promociones de ascenso, por lo que tenemos que estar agradecidos a todo nuestro personal por su dedicación y empeño. Sin ellos, no hubiera sido posible». Este punto final del comunicado retrata la soberbia de una directiva que, sostenida por la servidumbre casi en solitario del Heraldo incluso en esta tesitura indefendible, obvia la descapitalización deportiva del club, su pérdida de pujanza institucional en todos los frentes y órganos de decisión y las cuatro amenazas de descenso, la última tan reciente que aún provoca escalofríos por cómo se evitó. Por el entrenador y los jugadores, abandonados a su suerte y al milagro que permitió que el club siga vivo.

📯 | Comunicado oficial del #RealZaragozahttps://t.co/SaltfE8LM6

— Real Zaragoza 🦁🤍💙 (@RealZaragoza) September 2, 2021