El Real Zaragoza jugará en un estadio único y lejos del volcán

El Real Zaragoza jugará en el epicentro informativo mundial desde el pasado 19 de septiembre, cuando entró en erupción el volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma, ubicado en la zona de Cabeza de Vaca, en el municipio de El Paso. El volcán sigue activo y ya ha dejado entre 550 y 700 millones de pérdidas además de miles de dramas personales, pero el conjunto que entrena Juan Ignacio Martínez no tendrá en principio problema alguno para disputar con normalidad el encuentro frente al Mensajero, club fundado en 1922 y donde actualmente milita el exzaragocista Jesús Miguel Valentín.

Hoy, una nueva colada avanzaba con fuerza en dirección al mar y lo hacía, tal y como ha informado el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN), a velocidades que han llegado a alcanzar los 70 metros por hora. Sin embargo, todos estos fenómenos se producen en la zona este de la isla, lejos del estadio del club canario. El Mensajero sólo ha tenido que suspender el primer partido que le tocó jugar tras la erupción frente al Montijo el domingo 26 de septiembre.

El conjunto aragonés jugará su eliminatoria del torneo del KO en el Nuevo Silvestre Carrillo, uno de los estadios más particulares del planeta. Tiene una belleza paisajista deslumbrante. El campo de fútbol del Mensajero, que se construyó en 1977 y se remodeló en 2007, está construido junto al risco del Barranco de Los Dolores, lo que le da una singularidad especial. Tiene el terreno de juego de césped artificial y sus gradas, realmente, son el techo o la azotea de un centro comercial que se edificó aprovechando el vacío del Barranco, el estadio original y el suelo. Una estampa única, que lo sitúan como uno de los más bellos o curiosos del mundo.

Con capacidad para unos 5.000 espectadores, está situado en la parte este de La Palma. Es decir, en la zona contraria al volcán de Cumbre Vieja, que ruge desde la cara oeste de la isla. La situación geográfica del estadio lo coloca muy cerca del aeropuerto. El aeródromo de la isla está a sólo 11 kilómetros, en la misma cara este. De hecho, el trayecto apenas dura 12 minutos por carretera. Una zona que, pese al volcán, no tiene ningún problema de corte de tráfico por la erupción. La lava ha engullido los trazados de la parte oeste y allí se concentran los cortes.

 

 

 

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