Que la temporada se acabe cuanto antes, se escucha, se lee, se comenta como una plegaria adocenada. No es la primera vez que esta carta rogatoria se escribe en las infelices páginas de diez cursos consecutivos en Segunda. Pedir que el fútbol llegue a su fin en Zaragoza, que se arranquen las hojas restantes del calendario con el objetivo de evitar más partidos tormentosos, más jornadas empatando o perdiendo con la vergüenza… De vez en cuando ganando en la última jugada con la épica de los miserables. Dar por acabada la función de un deporte que ha alimentado la ilusión y el entretenimiento de generaciones durante 91 años, de un club histórico y legendario al que la avaricia en todas sus versiones ha arrastrado a un segundo o tercer plano competitivo con gestores canallas y, en la mayoría de los casos, plantillas de futbolistas y entrenadores vulgares, de paso hacia ninguna parte y menguados por la grandeza de La Romareda y su latente influencia de templo inconformista.
La solicitud de este cierre anticipado, sin embargo, vuelve a tener como incierto motor la ilusión de que lo mejor está por venir. Que el equipo será regenerado para recuperar, esta vez sí, el lugar perdido en la élite. Antes fue la Fundación quien difundió cada verano ese eslogan de máximo optimismo; ahora lo hace el fondo de inversión con un discurso menos cortoplacista pero de idéntica ambigüedad, con el argumento de una reducción de la deuda tan cierto como obligado para posicionarse en sus imposibles de disimular ambiciones inmobiliarias. En su cuidada y folclórica puesta en escena, con Jorge Mas de amable y cercano interlocutor, la multipropiedad captada por Juan Forcén para embriaguez de Jorge Azcón dejó bien claro que el renacimiento del equipo debería estar ligado a la construcción de un nuevo campo.
Nadie ha puesto en tela de juicio la urgente necesidad de esta infraestructura por modernidad, seguridad y el impacto económico que tendría para la ciudad sin obviar que la política y las grandes fortunas locales copulan con el hechizo del capital internacional. Pero el descuido que se ha tenido con el equipo, luchando aún por la permanencia lastrado por los graves errores de Raúl Sanlllehí en su incomprensión de este ecosistema y la pésima administración deportiva y económica de los recursos, no auguran precisamente un futuro más halagüeño en el campeonato si las decisiones siguen en las mismas manos. Porque el Real Zaragoza ha pasado a ser lo menos importante de lo más importante al menos mientras se ejecuten las obras de La Romareda, unos cuatro años.
«En 10 años quiero ver al Real Zaragoza siendo un equipo top de Europa», dijo el director general el pasado mes de septiembre. En marzo, con renovaciones tan sintomáticas como las de Gámez, Bermejo y Jair y la que se intenta a menor coste con Lluís López y ese pase ignominioso de Gueye por la pasarela de las obligaciones contraídas , el hastío general pide que finalice este suplicio que entre sus dolorosas cuchillas obliga a ver al Albacete sexto con el segundo presupuesto más bajo del torneo. La mentira azucarada, no obstante, amenaza con una titularidad indiscutible y duradera.
En todo de acuerdo.
En lo deportivo, el Albacete, el Burgos, el Cartagena, el Andorra y tantos otros, demuestran que con menos dinero se puede jugar bien al fútbol y estar arriba. Precisamente lo que nunca se logra en nuestra casa.
Claro que ha habido malos gestores en el área económica, pero en mi opinión, el gran problema ha estado en el contumaz fracaso deportivo. Y así seguimos.
Claro y contundente como siempre el señor HERNANDEZ, estos señores han venido a lo que han venido, pegar el pelotazo con el estadio de LA ROMAREDA, cederlo por 75 años, sacar todo lo que pueda de este negocio, y a preocuparse por lo que se ve poco del equipo REAL ZARAGOZA, hacer fichajes a bajo coste y si suena la flauta bien y sino, estaremos en SEGUNDA pues hasta que dios quiera o nos toque equipos peores como los de esta temporada y todavía no ha dicho el fin la PONFERRADINA, por ahora son seis puntos y el gol average favorable pero no me fio ni de los actuales jugadores , ni entrenador que no se a que juega y por su puesto de RAUL el catalán y los que le rodean .