Según el breve documental pactado y ofrecido ayer por la televisión de casi todos los aragoneses en la que se vio a un Víctor Fernández utilizando los minutos de activación para interpretar un biopic de Maguregui, uno de los entrenadores que mejor representa la ideología defensiva más primaria en la historia de este deporte en España, el Real Zaragoza y el propio técnico aragonés están perdidos en un callejón sin aparente salida. Víctor apareció en el campo de entrenamiento como una gloria trasnochada del celuloide, muy a la Gloria Swanson en El Crepúsculo de los dioses, para recriminar a sus futbolistas con una arenga guionizada de frases inconexas la celebración de un gol de Francho. Lo que ahora le interesa es que se felicite al que defienda con más rigor. Después de 16 jornadas se ha percatado de que la criatura de la que no se sabe aún si es padre biológico o putativo es una auténtico coladero y que incumple sus deseos de ir a por el ascenso con un festival atacante. La cuestión es si en esas tomas tan ‘improvisadas’ fue sincero, que no lo parece por lo amateur de las secuencias, o se está planteando proteger más al equipo en próximos encuentros.
Si no tiene más de lo que hay, él es el gran responsable porque la propiedad le dio a elegir en verano con las consecuentes restricciones económicas que establece el límite salarial, por otra parte el más generoso de las doce campañas que lleva el Real Zaragoza en Segunda. Nadie ha conseguido que cambie su paladar por un fútbol determinado y en este caso suicida porque no dispone de jugadores para ejecutarlo por mucho que los delanteros quieran darle la razón. El ritmo de puntaje es todavía de aspirante a la sexta plaza al final de la competición, pero a cada jornada que se desprende del calendario se abre un abismo competitivo frente a cualquier rival que se enfrente por lo que se refiere a los conceptos básicos. ¿Qué va a hacer en la visita del Albacete? ¿Jugar con tres centrales, uno de ellos Jair, y dos pivotes posicionales en lugar de un par de volantes? ¿Sentar a Aketxe para para recuperar el rombo y sumar un tercer hombre de más trabajo a la medular? ¿Meter a Francho por detrás de la pareja innegociable de delanteros para que ejerza como tapón? Se admiten todo tipo de apuestas en esta ruleta de giros demenciales. Incluso que no mueva ni una pestaña de su sistema habitual y que Ares vuelva a salir en lugar de Liso.
Hay que recordar que el Real Zaragoza juega para ascender según la propiedad en voz de su director general, de Víctor Fernández, de Juan Carlos Cordero y de una afición muy mosca y que ya no va admitir otra meta. Que esté fuera del tren de los seis mejores no es una tragedia; que lo haga al caer el telón en la jornada 42 tendría unos efectos devastadores porque se ha insistido tanto que el éxito está ligado directamente a la figura mesiánica del entrenador, que el ateísmo podría instalarse como religión oficial entre los seguidores. Pero sí hay vida después de Víctor Fernández, visiblemente afectado porque rectificar significa reconocer su fracaso. El Real Zaragoza ha subido en sus tres últimos intentos por la vía rápida con Arsenio Iglesias, Paco Flores y Marcelino García Toral, ajenos al zaragocismo militante y, salvo el catalán con la Copa que había conquistado con el Espanyol, sin apenas medallas en la pechera. Es cierto, y hay que subrayarlo, que en otros contextos.
Esta ocasión, la empresa viene condicionada por doce años consecutivos en la categoría y la promesa por parte de todos los responsables del club de que se iba a construir la nave perfecta para un vuelo catártico. De repente, la solución está en el mercado de invierno, donde se han enviado ya numerosos mensajes de socorro para el rescate de un aparato que pierde aceite por toda la galaxia. La pregunta es obligada: ¿en el supuesto de que se fichen tres o cuatro futbolistas determinantes, está capacitado Víctor Fernández para retomar su papel de Luke Skywalker mientras plagia a Maguregui frente a las cámaras? Demasiados lados oscuros.
Tras 16 jornadas no se ha dado nuestro entrenador estrella VICTOR FERNANDEZ, que la defensa es un coladero, pues bien tarde que se da cuenta, y ahora que como dice ALFONSO HERNÁNDEZ que va a jugar con tres Centrales o va a seguir poniendo a su niño mimado ADU ARES y seguir olvidando por completo a PAU SANS , como no lo ha sacado el, ni caso, y que se nos va IVAN AZON para el invierno, porque el SEVILLA F C., parece que lo tiene en la retina , y no se eso de que venga cuatro jugadores en invierno no me lo creo, si acaso dos, y ese equipo echo a imagen y semejanza de VICTOR FERNANDEZ ya va séptimo, fuimos en cabeza, también fuimos equipo de PRIMERA , pero de eso ya va para trece años , y lo que queda porque no veo a no ser que cambie mucho la cosa de ser serio aspirante al ascenso, porque gol si tenemos, pero un coladero la defensa también y eso es un problema y gordo.