Parece un hombre claro y lo es, pero en muchas ocasiones no termina las frases o las finaliza como cree más conveniente cuando la pregunta le incomoda y quiere salir de ella por puertas que se fabrica según transcurre la conversación. Anoche, en el programa La Jornada de Aragón Televisión, el entrenador del Real Zaragoza saltó por encima de temas tan calientes como la crisis institucional de la Fundación Zaragoza 2032, dividida como nunca, y la imposibilidad de fichar a nadie en el mercado de invierno según había comunicado Miguel Torrecilla. «Me sorprende lo de la crisis institucional. Ni entro ni salgo en ese tema. Nosotros nos dedicamos a trabajar, que bastante tenemos».
El director deportivo, con el mes de enero a la vuelta de la esquina, explicó que el club ha superado el límite salarial y que salvo que salga algún jugador, la plantilla se quedará como está. El técnico insiste en representar ese papel del hombre que nada sabía por muy poco creíble que resulten sus esfuerzos en disimular. «No hemos hablado de nada. Solo de las fiestas, de cómo han llegado los jugadores, de los test de antígenos. No hemos comentado nada al respecto de jugadores». ¿Y si fuera posible aunque en la mínima expresión? «Que nos mejoren en mucho», dijo JIM sin querer señalar qué línea ve más urgente reforzar el equipo.
Para Juan Ignacio Martínez, la clave para subir el escalón cualitativo que necesita el conjunto aragonés no está en el mercado de invierno –ojalá venga alguien a ayudarnos»– sino en el grueso de la plantilla La salvación del año pasado no fue una cuestión exclusiva de Alegría, Peybernes ni Sanabria. Nos dieron un pelín de ayuda, pero fue algo de todos». El entrenador alicantino jamás se sale de ese carril que apunta a la sintonía colectiva, y en este caso, sin euro en la tesorería, prefiere conducir aún más su discurso hacia el valor de lo que tiene y lo que puede explotar de ese material humano. «Hablo con Miguel, con Suárez, con Monserrate… Me piden mi opinión, pero mi competencia es sacar el máximo los rendimiento de los futbolistas que ponen en mis manos».
Al margen de si llega alguien o no, el técnico entiende que para hacer una segunda vuelta que dé margen para estar lo más cerca posible de los puestos altos, no hay que desviarse de su metodología, que consiste en defender lo mejors posible. «Nos faltan cosas, pero una de las principales es la seguridad defensiva que hemos perdido sobre todo en la forma de encajar los últimos cinco goles, al contragolpe y dejándonos ganar la espalda. La diferencia está en tener gol, es obvio, y nos ha faltado en la primera vuelta. Pero se crece desde la seguridad defensiva y voy a intentar restablecerla. Luego, estoy seguro, los jugadores con talante ofensivo recuperarán la racha».
Esos 21 partidos anteriores no han servido para aproximarse a la azotea de la tabla, que queda lejos. «La clasificación no engaña y hacer las cuentas de la lechera no sirve para nada. Veníamos de un dinámica de empates y luego de tres victorias. En Almería hicimos el peor partido desde que estoy aquí y ante el Tenerife empezamos bien pero no supimos interpretar el 0-1 y nos pudo la ansiedad. He de reconocer que la primera vuelta ha sido pobre en cuanto a esos 26 puntos para lo que el Real Zaragoza ha transmitido sobre el campo».
Prometer no promete nada. Confía y cree. «Espero que hagamos una segunda vuelta más ambiciosa y que juguemos el playoff. No es creíble que diga ahora que vamos a ascender. Yo no viene a salvar a equipo, mi meta es jugar ese playoff con el Real Zaragoza y ojalá pueda entrenar al equipo en Primera».
