El técnico se irá del Real Zaragoza por su propio pie siendo el noveno entrenador en la historia del club que más partidos ha dirigido al Real Zaragoza, 71, de forma consecutiva
Ha sido en Segunda, sí, pero posiblemente ningún entrenador en los 90 años de historia del club (o 100) se ha encontrado con tantos obstáculos para completar en el banquillo 71 partidos consecutivos. El 30 de junio se irá por la puerta grande invisible del club por su propio pie, sin ser destituido, después de haber colaborado a salvar a una empresa en quiebra técnica y permitirla, con dos permanencias en Segunda, la supervivencia y el futuro en forma de compraventa. Se convertirá además en el noveno técnico con más encuentros en el banquillo en una única etapa. Víctor Fernández, también en Segunda y con el mismo número de partidos que el alicantino, había sido el más longevo en el cargo antes de que llegará JIM. Ningún otro en estos nueve años de exilio de la élite se había aproximado siquiera a esa cifra.
Víctor Fernández es el líder de la durabilidad en el club, entre 1991 a 1996. El zaragozazo dirigió al equipo de forma ininterrumpida durante 279 compromisos en todas las competiciones nacionales e internacionales. Carriega lo hizo en 165 ocasiones (2003-2006); Leo Beenhakker en 136 (1980-1984); Luis Costa en 123 (1985-1988); Víctor Muñoz en 121 (2003-2006); César en 118 (1960-1963); Txetxu Rojo en 88 (1998-2000) y Antic en 86 (1988-1990). A la estela de tanto ilustre, Juan Ignacio Martínez con 71 citas, la mayoría en lo más profundo del infierno… Cumplirá un año y medio desde que fichara en diciembre de 2021 para debutar en La Copa frente a la Gimnástica de Torrelavega hasta que el próximo 29 de mayo ofrezca su última rueda de prensa oficial en Anoeta contra la Real Sociedad B.
Por este breve e intenso camino por finalizar aún se ha coronado rey del empate. Por ahora, 18. Más los 7 del curso anterior. Un resultado con el que se relaciona su fútbol, su forma de entender este deporte y que también concentra las limitaciones que ha tenido que asumir, como por ejemplo uno de los límites salariales más pobres de la categoría. Criticado y elogiado por partes iguales y sobre todo querido por su proximidad humanidad y por haber cogido un testigo envenenado que fue rechazado antes por otros entrenadores, el alicantino se marchará como llegó, sin honores, dejando tras de sí un buen puñado de fieles que se preguntan cuál hubiera sido su respuesta con una plantilla en condiciones. Se llevará, eso sí, la gratitud general y su capacidad de resistencia en el cargo, la mayor en este largo vía crucis Segunda junto a Víctor Fernández. Entre los diez que más partidos ha engarzado en la vida de un Real Zaragoza a las puertas de un renacimiento en el que JIM ha dejado su semilla.
No sé está siendo justo con JIM. Para variar. No es el entrenador de mis sueños, que me quedé en Boskov, Beenhakker o incluso Txetxu Rojo además de Luis Costas o Victor Muñoz, pero este hombre JIM ha sacado petróleo de plantillas lamentables. Un empleado de club nada mediático pero un currante. Los nuevos dueños no creo que vayan a inventar la rueda