JIM propone y Azón dispone

Juan Ignacio Martínez tiene alguna orden del politburó zaragocista para que juegue el Toro Fernández. No se entiende de otra forma la titularidad, una vez más, de un delantero tan desafortunado. Quizás se le esté utilizando para no reconocer el fracaso en el fichaje invernal de Álex Alegría, otro atacante divorciado del gol. Son demasiados errores de las direcciones deportivas, El regreso del uruguayo al once en los dos últimos partidos destila un punto de soberbia que perjudica a Iván Azón (o le beneficia, no está tan claro) y que contrasta con un entrenador humilde, capaz de reconocer sus errores y corregirlos sobre la marcha. El técnico dispuso una alineación para tener un poco más el balón frente a un rival que lo hace suyo y lo consiguió en parte, sobre todo con Adrián, que inauguró el marcador a pase de la zurda de Zapater y le dio al Real Zaragoza una textura más futbolística que en otras ocasiones, que casi siempre. A Narváez, sin embargo, lo tiene frito, y como consecuencia de encargarle trabajos forzados muy lejos del área, el colombiano se desentendió de las ayudas a Nieto. Balliu, un excelente lateral derecho catalán que juega con Albania, construyó una autopista sin curva ni peaje alguno, y el Almería encontró en su impetuosa verticalidad el peligro que no podía generar por dentro con Sadiq y el empate de Robertone.

El sufrimiento, la sensación de que la derrota caería por su propio peso y un misil de Robertone en otra contra nacida en Balliu hicieron presagiar lo peor. Pero el VAR captó, antes de ese lanzamiento en llamas, que Fran Villalba estaba en fuera de juego y anuló un gol que nadie discutía, más pendiente de su belleza que de su legalidad en la elaboración previa. Dos minutos después, en el 63, Juan Ignacio Martínez, tarde pero a tiempo, inició una serie de maniobras fundamentales que trajeron al encuentro a Chavarría e Iván Azón y sacaron del campo al Toro. Nieto respiró con Chavarría y a Balliu se le acabó el chollo. La secuencia de cambios con Eguaras, Igbekeme y Bermejo colaboró si no a igualar talentos, sí a tomar oxígeno y a recuperar el contacto con la pelota frente a un Almería preso de las urgencias y de una línea defensiva que volvió a dar talla alta en general una vez resuelta la sangría del costado izquierdo.

De esa esa nueva relación diplomática con el esférico se gestó la jugada más larga, de costa a costa, con intervinientes varios y dos embajadores que no tenían tarjeta de invitación a la fiesta. Tejero cambió para Nieto, por fin feliz, y el lateral dejó de cabeza un balón en tierra de goleadores. Allí estaba Iván Azón para firmar la victoria y su victoria. Generoso y espléndido corrió hacia Nieto para decirle que el gol era suyo. El chico es grande para todo y suya ha sido la firma de los seis puntos consecutivos, los de Fuenlabrada y los del Almería. Mientras los entrenadores disponen, los futbolistas, como ha sido toda la vida, disponen. El Real Zaragoza y JIM, perfecto corrector de sus borrones, lograron su primer triunfo de prestigio, y dejan la permanencia a bocajarro. Con Ivan Azón listo que ser el elegido como estandarte ofensivo sin más demora, sin más órdenes políticas y pusilánimes de por medio. No hay nadie más alegre ni que embista mejor que el zaragozano.

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