Si lo de Vitoria parecía el fondo del abismo, Arroyo de la Luz ha sido la confirmación de que el Real Zaragoza es un peso mosca no sólo en la Liga sino también en la Copa, aquel trofeo que le hizo grande y que esta mañana de misa negra dominical le ha vuelto a situar en los más profundo de sus miserias actuales. El Diocesano, un equipo de Segunda RFEF, ha avivado las llamas que consumen a este equipo que juega sin cuerpo ni alma por sus infiernos interiores, los de un conjunto que pese al cambio de entrenador sigue perdido y sin capacidad alguna para construir una sola acción de peligro en el área rival. Su modesto enemigo le envió a la lona con un penalti, un fútbol de igual a igual en la primera parte y una ordenada resistencia sin agobios en la segunda. La semana a la espera del colista Málaga y a dos puntos del descenso auguran un porvenir muy complicado con esta eliminatoria que ocupará los titulares de la prensa nacional deportiva por ser la gran sorpresa de la competición. Una vergüenza más de este Real Zaragoza tan sexy para Raúl Sanllehí.
El 0-2 contra el recién ascendido Andorra y el 1-0 contra un Alavés en inferioridad numérica durante una hora advirtieron de un Real Zaragoza sin argumentos ni en su once inicial ni en su plantilla ni en su entrenador ni en sus directivos. La marcha de Torrecilla, que no deja viuda alguna en el club, y la de Carcedo, quien se había organizado por capítulos su propio funeral, confirman que esas despedidas no son suficientes para hallar un camino distinto. El fichaje de Fran Escribá para dotar de más espíritu y lógica al equipo ha impactado con un estreno demoledor que apunta directamente la vestuario, donde ninguna pieza, ni siquiera las pocas de valor que hay, tienen la altura profesional exigida. El técnico se tomó en serio la Copa, pero la Copa no lo hizo con el conjunto aragonés porque el Diocesano interpretó mejor el encuentro en todos los escenarios. Cuando tuvo que jugar en busca de un tanto y ya en el declive físico al contener sin problemas las embestidas irracionales de su adversario.
Con dos puntas salió Escribá, y con una alineación seria. O eso parecía. Ratón en la portería y la línea defensiva habitual, Eugeni y Zapater en el centro del campo y Gueye junto a Giuliano. Pero los extremeños no se arrugaron y crecieron a través de la pelota y de un Real Zaragoza insípido, vulgar y de pulso bajo, como el de Eugeni, quien cada vez que se le da una oportunidad parece acudir a un entierro. Gueye tuvo otra ocasión, qué mejor que esta, para asomar como un futbolista, pero el senegalés, por mucho cariño que se le dé como solicita Escribá, no lo es para este nivel competitivo. Con Giuliano sobreexcitado y Mollejo inmerso como casi siempre en la vinagrera, la parcela ofensiva fue un solar de principio a fin.
Si no eres nadie en ataque procura parecerlo en defensa. Tampoco. Un balón centrado desde la derecha le vino a la canilla a Gámez y al rebote acudió Ratón con pierna segadora. Penalti a Dani Sales que él mismo transformó como prólogo al desastre que se venía encima. Los cambios para perseguir la remontada, salvo un Bermejo un poco desequilibrante, tuvieron el mismo efecto nulo de siempre. Al pálido Eugeni le sustituyó el también bajo de color Vada y entraron otros que tampoco van sobrados de pigmentación competitiva como Francho, Larrazabal y Puche, con Zapater a los mandos sin ritmo ni toque. Ninguno mejoró a Grau, Gámez… Ni a Eugeni ni a Gueye con lo sencillo que resultaba en estos casos. Los últimos minutos del partido resultaron patéticos, con Ratón lanzando a la olla balones para forzar al menos la prórroga que no merecían. Acabada la tragicomedia y con el peso mosca sobre la lona, el portero se autoexpulsó para rematar su propia faena de medianía. 90 años de historia para esto con Sanllehí tatareando en la grada el Da Ya Think I’m Sexy? de Rod Stewart.
Diocesano: Cordero, Martín, Varona, Armenta, Del Valle, Sales, Pablo (Guerrero, 66′), González (Rivera, 77′), Pérez (Pliego, 77′), Viera (Díaz, 84′), Ndiaye.
Real Zaragoza: Ratón, Gabi Fuentes, Jair, Jaume (Francho, 66′), Francés, Eugeni (Bermejo, 45′), Fran Gámez (Larra, 66′), Pape (Vada, 45′), Giuliano, Zapater, Mollejo (Puche, 77′).
Gol: 1-0; Sales (p) min. 29.
Árbitro: El colegiado Alejandro Quintero González amonestó a Ndiaye por parte del Diocesano y por parte del Real Zaragoza a Ratón, Mollejo, Gabi, Puche. Ratón vio roja finalizado el encuentro.
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Me hubiera gustado antes dar mi opinión sobre lo visto en la Copa pero tenía que esperar a que se abriera este post con la opinión de A. Hernández. Mi comentario está en la misma línea indignante pero aún voy a decir más. Esto no es un equipo, es un grupo de sujetos cuyo nivel futbolístico está al nivel de cualquier equipo de la regional preferente zaragozana, con la particularidad de que éstos jugadores pagan una cuota para poder jugar mientras que los del Zaragoza ganan un dinero que no se merecen. Parece que no hay sima lo suficientemente profunda para caer tan bajo como ha caído este equipo desde que descendió, haciendo una tras otra barbaridad y humillando a la afición hasta la extenuación. Y Empiezo a estar bastante harto de la camiseta y el escudo, símbolos actuales de fracaso absoluto. Hay más equipos en Zaragoza que se merecen un mayor reconocimiento y apoyo, cuyas camisetas también son tan dignas o más.
Pues va a ser que no era solo un problema de entrenador. Lo de este «club», sí, entre comillas, es un problema estructural, de cimientos. Y con muy mala solución a corto plazo. Gracias Fundación. ¿Dónde estás ahora Forcén? Y los nuevos dueños, una vergüenza a la espera de que Azcon les arregle lo del nuevo estadio. Muy triste
¿Qué estamos haciendo? El Zaragoza ha caído vergonzosamente contra un equipo extremeño de la Segunda Federación que tiene un aforo de 4.000 espectadores. Milita en la misma categoría que el CD Ebro. Un club sin las ataduras económicas , con buena gestión, sin la deuda que tiene el Zaragoza y con un presidente de nuestra tierra al que no tengo el gusto de conocer. ¿Que intereses hay en mantener de pie a este muerto viviente sucursal de otros equipos más grandes y presidido por extranjeros? Por méritos vería más justo que el Ebro jugara en la Romareda y los del León que se busquen la vida…a ver si vamos a estar hipotecados por vida por un símbolo. La vida sigue y no se para por que caiga un ser querido.
¡¡¡AAAAHHHHHGGGGGGGGGGGGGG……..!!!
MAS; MAS; MAS; DENME MASSSSSSSSSSSS
Lo que más miedo me da es que, con unos diez de éstos finalizando contrato, no opten por pasar del tema y descender.
Por ello, o se toma la cosa muy en serio y se les echa en este mercado invernal subiendo a la plantilla del Deportivo Aragón con algún fichaje verdaderamente bueno o temo que estos zombis nos arrastrarán a la tumba.
Como dijo el entrenador del Casademont, Fisac, si he de caer, que sea con los de casa. Al menos, le echarán vergüenza al tema.