No se anda por las ramas Fran Escribá en su estreno en el banquillo del Real Zaragoza aunque el rival en la Copa sea un Segunda REFF y presenta una alineación en la que destacan algunos aspectos importantes de lo que busca el técnico más allá de este encuentro. Lo más llamativo es que forma con una delantera con dos puntas, Giuliano y Gueye, y que incluye en la medular a Eugeni y Zapater junto a Jaume y Mollejo. La defensa, la de siempre, con Jair y Francés en el eje. El portero será Álvaro Ratón, que debuta esta temporada en competición oficial. El entrenador ha plasmado a las primeras de cambio lo que persigue, que no es otra cosa que seguir adelante en la Copa como medicina para la Liga, con una formación próxima a la que utilizará en la próxima visita a La Romareda del colista Málaga. Ni un solo experimento al margen de la aparición de Eugeni y Zapater en el dibujo en lo que podría ser un mensaje de que piensa contra con más asiduidad en el futuro con ambos centrocampistas.
Dijo Escribá que a Gueye había que darle cariño y hoy le ha entregado una porción metiéndole en el equipo para que el senegalés intente una vez más mejorar la imagen mediocre que ha ofrecido hasta el momento. Al equipo puede venirle bien el gigante en un partido donde sus centímetros pueden resultar un arma clave frente al Diocesano, y de paso que dé un paso más hacia esa supuesta aclimatación personal e idiomática que le tienen como un satélite extraño en el vestuario. Lo que a Cracedo le costaba un mundo, Escribá lo ha hecho un día con esa dupla en ataque que no se sabe por el momento si es el aperitivo de un 1-4-4-2 para aplicarlo en el campeonato doméstico como base de sus planes tácticos. Lo que ha recuperado es la zaga clásica después de que Lluís López fuera pieza principal para Carcedo. Jair y Francés, con Gámez y Fuentes a los costados, indica que Escribá devuelve el portagonismo a los protagonistas y no a los actores de reparto.
