Un día después de haberse reunido en Madrid con el presidente del Consejo Superior de Deportes, Víctor Francos, Juan Antonio Sánchez Quero ha asegurado que la Diputación Provincial de Zaragoza no va a entrar en ningún caso en la financiación de la nueva Romareda. El PP recibe de esta forma un serio revés, aunque esperado en gran medida, de los socialistas, a quienes habían reclamado para sacar adelante el proyecto del estadio con la DPZ dentro de una sociedad mixta que incluiría también al Ayuntamiento, la DGA y, posiblemente, Ibercaja.
Una de las patas financieras sobre las que se quería sostener la construcción del campo desaparece del escenario que habían establecido Natalia Chueca y Jorge Azcón como única vía factible tras la negativa del club ha responsabilizarse de toda la inversión por «la inseguridad jurídica creada por el recurso presentado por el Grupo Municipal de Podemos ante el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón y la anulación del pliego de condiciones decidida por dicho órgano». Según el Real Zaragoza, esa obstáculo resultó «insalvable para la obtención de la financiación externa».