Edgar Badía y un par de postes permiten a un equipo aragonés lastimoso en defensa y sin pegada salvar un punto frente al diluvio de centros, saques de banda y disparos del lateral del Eldense (1-1)
Se le pedía al Real Zaragoza un frac para la segunda vuelta y el Eldense vistió de harapos a un equipo enfermo en ataque, como casi siempre, y lastimoso en defensa, donde Jair confirma a cada pelota que le cae al pie que es más que posible que haya comenzado su declive profesional. Que Juan Carlos Cordero le renovara hasta el 2025 es otro de los movimientos del director deportivo para enmarcar. Que Julio Velázquez, en un momento determinado, deshiciera la sociedad de los tres centrales cambiando a Mouriño y dejando al portugués en el campo, fue una decisión suicida. El conjunto salvó un punto pero no evitó protagonizar un encuentro vergonzante que comenzó ganando sin saber administrar otra vez una ventaja, un gol magistral de Maikel Mesa, quien fue sustituido cuando el partido pedía su presencia de único generador de fútbol por un técnico que no acertó ni con las luces de los intermitentes. Ni por asomo hay plantilla para aspirar a otra cosa que la tierra media de la clasificación, donde permanece enlodazado por la falta de recursos colectivos, por la indigente calidad individual. En el Nuevo Pepico Amat, al detalle de Gámez en la asistencia del tanto y el buen gusto de Mesa se sumaron el notable debut de Edgar Badía y un par de postes para evitar la derrota que estuvo sobrevolando gran parte de la noche. No hay material suficiente en el mercado de enero para reconducir semejante caos estructural, producto de un verano en el que Cordero fue el crack de la reconstrucción, lo que dice mucho, y de un buen puñado de esos futbolistas adquiridos que están resultando algodón de azúcar.
Jorge Mas y Raúl Sanllehí pueden predicar con el falsete que tanto les caracteriza que la tierra es cuadrada. También que el ascenso es una obligación urgente o que se encuentra al alcance de un conjunto con posibilidades. No tienen el mínimo pudor, tratando a los aficionados como si fueran lerdos, aplaudidos por el afán colaboracionista de optimistas mal informados o de un periodismo en su mayor parte entregado a la venta de humo barato. En el campo, que es donde en este deporte la verdad no admite réplica, el Real Zaragoza ratificó lo que ya dijo su entrenador, que es un integrante más de la categoría, y no precisamente de los ilustres. Vulgar, sin un pase, un par de disparos y con una retaguardia tragicómica, continúa matrimoniado con los empates en la era Velázquez, resultados que no le sirven para escalar elevadísima la cordillera que tiene por delante en la tabla. Los del Espanyol y el Levante tuvieron un poco de dignidad. El de Elda se conjugó en casi todos los tiempos de la derrota. Por mensaje de su entrenador o por un sistema de tres centrales que con Jair ha perdido ya todo sentido, se acobardó como nunca, pánico del que escapó unos minutos en un robo, cabalgada y taconado de Gámez para Mesa. El delantero hizo su séptima diana desde la media luna, con una clase superior, inesperada, sólo detectable en sus botas de finalizador infalible. Esa jugada parecía motivo para reconducir el encuentro y tomar el control. Sucedió todo lo contrario. El Eldense se calzó la bota de Marc Mateu y apuñaló a un adversario de mantequilla, descompuesto en cada centro aéreo fuera de saque de esquina o de banda. En un primer córner, Dumic hizo que Badía planeara para salvar el gol. En la continuación de su gran intervención, de nuevo de cabeza, esta vez Soberón se anticipó por arriba a sus marcadores y estableció el empate. La tormenta generada por Mateu desde su carril y las dos esquinas no dejó de descargar dudas y fallos, con el nuevo portero zaragocista haciendo malabares con los pies ante indecisiones colegiales de sus compañeros.
El regreso de Lecouche sirvió para mantener el esquema y que el francés hiciera su rodaje particular. Ni por asomo es Valera al menos en este dibujo. La vuelta de Aguado a la alineación ofreció algo de equilibrio, con Francho haciendo kilómetros mientras Toni Moya, y no es la primera vez, se movía por el terreno con los cables cortados. Algo pasa con este jugador que venía a mover el corazón del equipo y resulta que no le sobra ni una gota de sangre. Se exilió entre las sombras, con un alma en pena, sin gracia ni protagonismo. Su actitud glaciar en un encuentro que solicitaba esfuerzo y compromiso calientes resultó inadmisible hasta que Velázquez lo sacó de ese paseo por la nada. El técnico quiso dar un paso adelante desde las ventanas de los cambios. Primero Azón para recomponer la pizarra a 1-4-4-2, después Manu Vallejo, otro con horchata, Grau, Sergi Enrich, Bermejo… El Eldense, voluntarioso, bien puesto y con pocas ideas pero muy claras se echó en brazos de Marc Mateu, a quien las musas le entregaron posiblemente el mejor partido de su vida. Todo balón que saliera fuera o partiera de una falta fue entregado a sus pies y a su manos. Un centro del defensa lo peinó Francho en plena histeria e impactó con el poste. El exzaragocista intentó el gol olímpico y Badía sacó tres dedos para desviar lo suficiente semejante maldad, que se estampó de nuevo en la madera.
Fue pasar Francés junto a Jair, que será baja el próximo viernes por acumulación de tarjetas, y contagiarse del mal de castañazo, con Francho de lateral izquierdo, un experimento que por una vez se puede entender pero que ha dejado de tener gracia para el canterano y para el equipo. Los minutos finales del portugués rozaron el patetismo, irreconocible con aquel portento físico que arrasaba con todo. Tarda en orientarse un siglo para el despeje sin fuste y se lo adivinan, además de desplazarse con una lentitud desesperante. Matemáticamente aún se puede subir, lo mismo que bajar porque la diferencia es la misma. Los próximos compromisos serán con Andorra y Alcorcón. Si el Real Zaragoza y Velázquez repiten lo de Elda, todavía se escuchará a algún cínico que todo es posible. No, este equipo no tiene nada que ver con su historia, que está salvaguardada por encima de los tiempos y los caraduras, pero sin una pizca de fútbol está construyendo la suya, que debería sonrojar a Sanllehí, Cordero y ¿Mas?
1 – Eldense: Álvaro Acebes, Toni Abad Pedro (Capó, min, 81), Dumic, Iñigo Piña, Marc Mateu, David Timor (Aranu Ortiz, min. 75), Sergio Ortuño, Clemente, Iván Chapela (Mo Dauda, min. 75), Álex Bernal (Poloni, min. 81) y Mario Soberón (Juanto Ortuño, min. 67).
1 – Real Zaragoza: Edgar Badía, Fran Gámez, Jair, Mouriño (Iván Azón, min. 55), Francés, Marc Aguado, Toni Moya (Jaume Grau, min. 82), Lecoeuche (Manu Vallejo, min. 69), Francho, Mollejo (Sergi Enrich, min. 82) y Maikel Mesa (Sergio Bermejo, min. 82).
Goles: 0-1, min.29: Maikel Mesa. 1-1, min.36: Soberón.
Árbitro: González Díaz (comité asturiano). Mostró tarjeta amarilla a Álex Bernal y Poloni por el Eldense, y a Mollejo, Marc Aguado, Jair y Sergi Enrich por el Zaragoza.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 22 de LaLiga Hypermotion disputado en el estadio Nuevo Pepico Amat de Elda ante 3.981 espectadores. Dos agentes de la Policía Nacional hicieron el saque de honor por los 200 años de la fundación del cuerpo. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del exjugador del Eldense Antonio Gómez y de Franz Beckenbauer.
Declaraciones de Velázquez
🎥 Las declaraciones de Julio Velázquez 💬 pic.twitter.com/yGTFdzlgx4
— Real Zaragoza 🦁 (@RealZaragoza) January 15, 2024
📺 Vuelve a ver los momentos destacados del #EldenseRealZaragoza
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El equipo debió salir con toda justicia goleado. La superioridad física y técnica del rival ha sido apabullante.
Un ridículo más y van…
Como hay que ir pensando en el décimo segundo proyecto de ascenso. Cuantos jugadores de los que hoy han jugado nos sobran, incluidos los eternos canteranos, qué partido se ha marcado Aguado y Francés, se salva Francho por su entrega y pundonor.
Un veterano, con mucha mala «baba» y que nos tiene ganas, nos tuvo contra las cuerdas casi todo el partido. Es un milagro haber empatado. Nuestra realidad es muy cruel. La supuesta gran plantilla armada por Cordero se está evaporando por momentos. No tiene buena pinta la Segunda vuelta. A por los 50 puntos y a seguir otro año más esperando. ¿Y van…?
Creo que a estas alturas ya nadie cree que este equipo pueda ascender a primera. Para la categoría tiene buenos jugadores, igual que en primera hay equipos con buenos jugadores pero que no por ello llegan a ganar algo importante como puede ser una liga. Son equipos del montón. Y el RZ es un equipo del monton con buenos jugadores pero en segunda división. Hoy está en la clasificación entre dos aguas, por lo que puede pasar cualquier cosa pues no hay que dar nada por hecho.