El próximo 8 de octubre se cumplirán 50 años, medio siglo, desde que Manolo Villanova estableció el récord de imbatibilidad en la portería del Real Zaragoza que conserva desde el 8 de octubre de 1972. Cristian Álvarez se quedó sin encajar contra el Sporting y tiene tres partidos para mantener su portería a cero hasta esa fecha, pero, de momento, no llegará a tiempo para arrebatarle al zaragozano esa marca histórica. Villanova logró su gesta entre las jornadas 38ª de la campaña 71-72, en Segunda hasta la 6ª de la 72-73, en Primera. Su hazaña guarda una anécdota, ya que el primer encuentro completo sin recibir un gol correspondía al de la jornada de Reyes, que había quedado pendiente para todos los equipos y se celebró al cierre del campeonato con un triunfo por 4-0 ante el Cádiz en La Romareda.
654 minutos sin recoger un balón del interior de la portería. El mejor coeficiente de la historia con 0,80 goles por partido. Desde que Galán marcara para el Oviedo en minuto 5 hasta que el bético del Pozo lo hicera en el 29. En ese tramo, Villanova echó el cerrojo en los partidos frente a Cádiz (4-0), Granada (0-0), Burgos (2-0), Deportivo de La Coruña (5-0), Valencia (0-0) y Oviedo (3-0). Yassine Bounou Bono, en el curso 2015-2016, consiguió igualar el número de jornadas imbatido, seis, que poseían Manolo Villanova y César Láinez en los choques contra Lugo (0-0), Alavés (1-0), Tenerife (2-0), Girona (0-0), Elche (2-0), y Mallorca (0-0), pero se quedó a 34 (621) al encajar un tanto en Alcorcón. Láinez estuvo 574 minutos imbatido en el ejercicio 2002-03, y Andoni Cedrún, durante 522 minutos en la campaña 1991-92.
Manolo Villanova (27/08/1942, Zaragoza), llegó procedente del Betis en 1971 (antes de su etapa en Heliópolis había defendió la portería del Mallorca) y fue pieza clave en el ascenso del Real Zaragoza. Aunque arrancó como titular ya en Primera, Carriega eligió a Manolo Nieves a partir de la jornada 14 y ya apenas tuvo presencia en las alineaciones durante el resto de su estancia en el club, que se prolongó hasta 1974, en el origen de los Zaraguayos. A partir de su retirada se convirtió en un curioso one club men de ida y vuelta a un Real Zaragoza que lleva en su corazón pese a sus múltiples aventuras en Salamanca, Mallorca, Hércules, Huesca y Recreativo de Huelva. En 1979 relevó a Boskov, después de dirigir al Deportivo Aragón de Benedé, India, Víctor Muñoz, Royo, Camacho o Pérez Aguerri. En cuanto se supo que el yugoslavo había fichado por el Real Madrid y a falta de tres partidos para el final, el presidente Armando Sisqués ordenó el cambio.
Volvió al banquillo de La Romareda en dos ocasiones más: en la 87-88 para relevar a su amigo Luis Costa, y veinte años después y tras dos nuevos periodos en el filial, en la 2007-2008, tras dejar el Huesca para acudir al rescate imposible de un Real Zaragoza al que habían dirigido Víctor Fernández, Garitano e Irureta y que acabó descendiendo en un dramático partido en Mallorca. Todo corazón, carácter, bondad y personalidad, en menos de un mes celebrará ese récord de imbatibilidad que es leyenda. Como él en el club al que entregó su vida con pasión.