Parte de guerra múltiple en el Real Zaragoza

El Real Zaragoza y Fran Escribá desde que se hizo cargo del equipo viven en continuo estado de alerta por los problemas físicos que se van sucediendo en los jugadores.  El encuentro contra el Andorra dejó dos lesionados, uno de ellos, Mollejo, con una fractura bimaleolar no desplazada en su tobillo izquierdo, que podría mantenerle fuera de los terrenos de juego durante al menos dos meses con la posibilidad de que incluso pueda perderse lo que resta de curso. El cuerpo médico, tras las pruebas médicas a las que se ha sometido el futbolista, está valorando el tratamiento más adecuado, pero todo indica una ausencia a muy largo plazo. Mollejo se lesionó en una acción defensiva, al interceptar un disparo a puerta que impactó en su articulación y le obligó a abandonar el encuentro con visibles muestras de dolor y el estadio en muletas. Sergio Bermejo es otro de los damnificados del partido en el Principado. El centrocampista sufre un traumatismo en la cresta iliaca derecha y habrá que comprobar su evolución aunque resulta improbable que pueda estar en condiciones el próximo sábado ante el Alavés.

El parte de guerra comunica también con otra mala noticia,  preocupante por la reincidencia del jugador en diversas dolencias musculares que le están impidiendo participar a lo largo de esta temporada y que amenazan con seguir dejándole fuera de combate en sucesivas jornadas.  El club indica que a Iván Azón, ante la persistencia de unas pequeñas molestias musculares, se le ha ampliado el estudio y ha comenzado a recibir un tratamiento para recuperarse de una pequeña lesión que sufre a nivel de la musculatura isquiosural de su pierna derecha. El ariete, por lo tanto, continuará en la enfermería a la espera de la evolución de un problema que se creía superado y que, sin embargo, le obligó a ser relevado en el partido contra la Ponferradina. El atacante tan sólo ha podido participar en diez encuentros, cinco de ellos de titular y ha marcado dos goles.