El gol de Stuani ha hacho daño en la plantilla del Real Zaragoza. Era la primera vez que el el conjunto aragonés se ponía por delante en el marcador en el actual temporada, y cuando la victoria estaba próxima, un serie de malas decisiones defensivas en cadena propiciaron el gol de uruguayo en el minuto 87. El centrocampista, titular por segunda ocasión este curso, reconoce que es conveniente cuidar estos detalles y saber gestionarlos. «Tenemos que mejorar en ese sentido. En experiencia y madurez para llevar el partido donde más nos convenga cuando vas por delante en el marcador. Hemos hablado mucho sobre ello y la conclusión es que son aspectos que dependen de nosotros, de los futbolistas», reconoce el centrocampista».
El domingo se jugará el séptimo partido en casa y todavía no se ha conseguido un triunfo en este escenario. A la necesidad de ganar se añade la de hacerlo en el propio estadio, que hasta el momento ha vivido una derrota contra el Cartagena y cinco empates, lo que se traduce en cinco puntos de 18 posibles. «No es normal, es una situación inusual», explica Petrovic. «En los últimos partidos hemos tenido siempre la sensación de que podíamos vencer, pero no ha sido posible. Ahora hay que hacerlo de verdad y ante nuestra afición. Necesitamos esa victoria para adquirir energía positiva y confianza».
El serbio considera que el Real Zaragoza no ha cambiado nunca su estilo y que no debe hacerlo aun en una tesitura tan complicada como la actual en la clasificación. «Tenemos una idea, que es la de hacer el mayor número de ocasiones y goles pero enfrente hay otros equipos y no siempre es sencillo. Puede que cambien los nombres de los jugadores y las alineaciones, pero nosotros tenemos claro cuál es el camino», aclara el jugador. Las ausencias de Narváez y Vada contra el Mirandés va a condicionar un ataque ya de por sí no demasiado poderoso para hacer esos tantos que reclama Petrovic. «Es verdad que nos faltan cositas arriba, pero trabajamos colectiva e individualmente para aportar lo máximo posible como equipo».
Su primera experiencia en el once resultó un calvario para el serbio. Fuera de forma y pese a avisar de que estaba muy lejos de un ritmo adecuado para competir, Juan Ignacio Martínez le sacó desde el principio en Alcorcón. Frente al Girona tuvo su segunda oportunidad en la alineación y se vio a un Petrovic bastante mejorado con respecto al partido de Santo Domingo. «Cuando jugué contra el Alcorcón estaba muerto a los 15 minutos, no estaba preparado para jugar. Cuando no estoy bien no puedo pensar rápido y aumenta mi lentitud. En Girona me encontré muchísimo mejor, casi al cien por cien. Antes del partido tenía dudas de si podría aguantar los 90 minutos, pero me veía con muy buenas sensaciones en el campo. Ahora sí estoy preparado para ayudar a mis compañeros».
