Poussin derriba el monumento al Real Zaragoza y a Azón

Un fallo infantil del portero evita la victoria de un equipo que encuentra el fútbol, los goles y la personalidad con un once valiente pero incapaz de defender el 0-2 en la recta final (2-2)

Fran Escribá devolvió al Real Zaragoza a su ser y el equipo le correspondió con un sensacional partido que le vino largo en los últimos minutos, del 86 al 97. Le sobraron al conjunto aragonés las lesiones de Aguado y de Jair y la fatiga de Vallejo y Valera y aun así mantuvo un altura competitiva de primer nivel hasta que una pérdida de Moya que la zurda quirúrgica de Cote y el hambre de Campuzano en la llegada transformaron en gol metió al Sporting en una batalla que tenía perdida y que igualó por un despiste incomprensible de Poussin. El portero francés, que estaba realizando un encuentro más que notable para dejar atrás su desgraciado debut contra el Alcorcón, soltó el balón para prolongarlo en el golpeo sin ver que Insua estaba escondido detrás en la madriguera del delantero de urgencias. El central le birló la pelota y marcó un tanto de los que degüellan el alma y el corazón. Del guardameta, de sus compañeros y de los aficionados, abatidos porque se escapaban dos puntos que estaban atados y bien atados con el triunfo que no fue. El grave accidente por causas humanas deja muy tocado a Poussin, quien derribó el monumento que había levantado el Real Zaragoza en El Molinón y el que se había construido en particular Iván Azón con una función portentosa toda la tarde.

El bisturí de la crítica y de la propia responsabilidad del futbolista castigarán a Poussin como merece. Más sangre no se puede hacer con quien se sabe y reconoce culpable. Va estar señalado un tiempo. Ese pecado capital, sin embargo, ni puede ni debe borrar el reencuentro del conjunto aragonés consigo mismo, con el fútbol, los goles y la personalidad ganadora que imprimió el entrenador a un once con los futbolistas adecuados y en sus lugares de mayor producción. El Sporting tuvo un cuarto de hora festivo con Hassan sacándole la lengua a Quentin en cada regate, pero el lateral se la selló durante el resto de un partido que el Real Zaragoza empezó a hacer suyo primero conteniendo el oleaje de un rival fiero y después adueñándose del campo y del balón para rociarlo de un perfume tan bello como irreconocible hasta ahora. Escribá dio con la tecla que ya había tocado pero a la que renunció en busca de un supuesto cinturón de seguridad en la medular qua había asfixiado a toda la plantilla. Aguado y Mesa, de vuelta a la alineación, le dieron al conjunto aragonés el savoir-faire que necesitaba en la gestación y en la terminación. También en el tiempo de las pausas.

Grau y Valera ofrecieron al rombo mucho trabajo y agitación, con diseño asimétrico por la izquierda para liberar, aun con riesgos, a Manu Vallejo como acompañante de Iván Azón. Era una apuesta valiente y la respuesta estuvo a la altura con un grupo sonriente, vertical, suelto en ataque aunque responsable en el regreso. Mesa avisó con un tiró cruzado en un contragolpe muy bien gestionado por Vallejo. El canario, a sus anchas fuera de la jaula de otros días, cruzó otro lanzamiento sin que Rubén Yañez pudiera evitar el gol. El Real Zaragoza había dejado atrás a un Sporting incapaz de articular más peligro, atascado frente a una armoniosa y global interpretación defensiva que abortaban las embestidas de Juan Otero y dejaban en blanco a Djuka, con Lluís López providencial en un disparo a bocajarro. Donde nadie había ganado ni sacado un punto, el equipo de Escribá ganaba con letras mayúsculas. La segunda parte fue hermana de la segunda hasta el trágico final. A Aguado le dijo basta la musculatura y Jair le siguió poco después. Grau cogió el mediocentro, Mouriño entró por el portugués y Moya se ocupó de lo que mejor sabe hacer, es decir de centrocampista con decisión en tres cuartos, no en el papel de caudillo que le había otorgado Escribá. Vallejo y Valera se fundieron de sus respectivas palizas y Bermejo y Mollejo salieron con oxígeno. Esta vez los cambios, por obligación, tenían sustancia.

Decisivo fue Moya en una deliciosa combinación lateral en la que habían participado Bermejo y Gámez, receptor de un pase tenso que al primer toque envió para Azón. El ariete entró en la cristalería y la hizo saltar por los aires. Un 0-2 de magnífica factura, el premio que merecía y buscó el delantero aragonés como guinda a un encuentro soberbio, perfecto en el combate cuerpo a cuerpo, en las coberturas aéreas atrás, en la contención de espaldas… En esa finalización animal. Sin Bakis, que regresó al banquillo y cuya suplencia reabre el debate de si Azón se expresa mejor sin el turco a su lado. Los asturianos habían incluido a Cote, un asistente de categoría, para percutir en el asalto de lo que parecía un imposible. Una distracción de Moya invitó a la cabalgada del zurdo, que puso el balón para que Campuzano hiciera hervir El Molinón sin que el Real Zaragoza se viera más afectado de lo necesario, más allá de un anterior disparo de Hassan al larguero. La prolongación era un infierno llevadero de balones colgados que Poussin atrapaba con manos firmes. Pero el portero no detectó a Insua a sus espaldas y el Real Zaragoza recibió una puñalada amiga. Perdió dos puntos, pero en Gijón halló la identidad audaz y estructurada que debería guiarle en el futuro.

Real Sporting: Yáñez, G. Rosas (Coto, 57′) Insua, Róber Pier, P. García (Cote, 68′), Gaspar, Roque Mesa, Rivera (Nacho Méndez, 57′), J. Otero, Hassan (Queipo, 84′) y  Djuka (Campu, 68′).

Real Zaragoza: Poussin, Gámez, Lluís López, Jair (Mouriño, 75′), Lecoeuche, Aguado (Toni Moya, 57′), Jaume, Valera (Bermejo, 75′), Mesa, Manu Vallejo (Mollejo, 72′) e Iván.

Goles: 0-1, Maikel M. (min. 45); 0-2, Iván (min. 76); 1-2, Campu (min. 86); 2-2, Insua (min. 97).

Árbitro: Rafael Sánchez López amonestó a Djuka, G. Rosas, J. Otero y Miguel Ángel Ramírez por parte del Real Sporting; y a Lecoeuche y Maikel M. por parte del Real Zaragoza.

El error de Poussin

06 comments on “Poussin derriba el monumento al Real Zaragoza y a Azón

  • Félix , Direct link to comment

    Bueno, como siempre, del rival no me apetece hablar. A mí me pareció del montón. Tan sólo decir rival que cuando vio el partido perdido comenzó a colgar balones en el área como único recurso y que el primer gol de ellos vino por banda izquierda mediante una pared con el lateral que había salido recientemente y que ya se había visto en otra ocasión anterior que intentaron hacer lo mismo. Ahí el R.Z estuvo torpe en no desactivar esas internadas y lo pagó caro con el 1-2. Del gol del empate decir que visto lo que pasó con el Alcorcón (otro gran equipo) y lo presenciado hoy, este portero no tiene absolutamente ningún futuro en el R.Z. y deshacerse de él será lo más inteligente aún cuando se pierda dinero. No he visto un portero peor en el R.Z. y mi padre me llevaba al campo cuando todavía estaba Yarza.

  • Félix , Direct link to comment

    Bueno, como siempre, del rival no me apetece hablar. A mí me pareció del montón. Tan sólo decir del rival que cuando vio el partido perdido comenzó a colgar balones en el área como único recurso y que el primer gol de ellos vino por banda izquierda mediante una pared con el lateral que había salido recientemente y que ya se había visto en otra ocasión anterior que intentaron hacer lo mismo. Ahí el R.Z estuvo torpe en no desactivar esas internadas y lo pagó caro con el 1-2. Del gol del empate decir que visto lo que pasó con el Alcorcón (otro gran equipo) y lo presenciado hoy, este portero no tiene absolutamente ningún futuro en el R.Z. y deshacerse de él será lo más inteligente aún cuando se pierda dinero. No he visto un portero peor en el R.Z. y mi padre me llevaba al campo cuando todavía estaba Yarza.

  • José Antonio Giménez Abajo José Antonio Giménez abajo j , Direct link to comment

    Esperando que el míster haya aprendido algo como poner a cada jugador en su sitio

  • Luceni , Direct link to comment

    Pobre chaval el portero francés Poussin. Todo el mundo de la prensa linchándolo, pero no majos, él había hecho un partidazo y falló como fallan casi todos los jugadores de este equipo un día sí y otro también y como falla el entrenador porque nunca los cambios mejoran al equipo ni le dan más fuerza. Los 20 últimos minutos fueron desastrosos, todos colgados del larguero y como pollos sin cabeza. Como siempre. Creo que los jijoneses merecieron ganar y tienen mejor equipo que el Zaragoza, seamos realistas y no forofos. Así seguimos… aspirando a la pomada…hemoal.

  • Leonaredo , Direct link to comment

    No participó de la opinión del Sr. Hernández en su crónica. Hubo dos fases importantes del partido en que el equipo se difumino e incurrió en sus defectos cronicos: Los primeros veinte minutos fueron desastrosos y el Sporting pudo haberse puesto por delante y los veinte aproximadamente últimos minutos, a raíz de la salida de Jair. Ahí, el equipo se desmoronó, defensa numantina, incapacidad para controlar el balón con criterio, urgencias, nervios. Tengo la impresión muy amarga, que si el partido se prolonga más tiempo nos hubieran ganado.
    Por qué los aficionados del Zaragoza nunca podremos ver un partido tranquilo?
    Pues porque el el entrenadir es incapaz de gestionar ventajas en el marcador o superioridades numéricas en el terreno de juego.
    Creo que queda claro Sr. Hernández.

  • paco , Direct link to comment

    Los últimos minutos faltaban 4 titulares y no hay que cargar las tintas en el chico sino ayudarle todos,si supiese su correo sería yo el primero en felicitarle y animarle aúpa Zaragoza

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