Poussin, el portero que sólo fue feliz de delantero

El irregular guardameta francés regresa a Francia, traspasado al Red Star Football Club de la Ligue 2, tras dos años de tormento y sospechar que su destino sería el banquillo en la actual

Gaetan Poussin no ha sido un portero feliz en el Real Zaragoza. Todo lo contrario. Su momento cumbre, de satisfacción personal, lo encontró en el área contraria, como delantero de emergencias en la última jugada del encuentro contra el Éibar en La Romareda, cuando se sumó al alboroto en busca del empate. Después de un 0-2, con dos tantos de Bautista, Jair había acortado distancias y la clasificación indicaba un punto de distancia con el descenso en la jornada 35. El francés pidió permiso para subir a rematar el córner en el minuto 93 y atacó el balón como un poseído para establecer el empate y evitar la tragedia. Fue héroe por un día. Sólo Cristian Álvarez, en Lugo, había protagonizado algo similar en la historia del club.

El resto de sus dos temporadas han sido un tormento en función de su irregularidad, de errores bochornosos de los que no logró desprenderse contra el Sporting en El Molinón y en Copa ante el Atzeneta, y de la desconfianza de casi todos los entrenadores con los que coincidió salvo Ramírez y Gabi Fernández. Con este último tuvo una conversación en la pretemporada consciente de que se buscaba, de nuevo, un primer espada para el puesto y el técnico no se le aseguró la titularidad que reclamaba. El guardameta francés regresa traspasado a Francia, al Red Star Football Club de la Ligue 2, en su particular ruta de la paz que nunca atrapó en sus manos en esta experiencia.

En su primer año, un Cristian en su ocaso físico le cerró la puerta en la alineación hasta que se rompió en Andorra y Poussin, que había llegado del Girondins de Burdeos, tomó el relevo. Un 0-2 con el Alcorcón en casa en el que no salió bien parado y el despiste en Gijón en el gol de la igualada de Insúa al solatar el balón sin percatarse de que el central estaba a sus espaldas, sembraron una pesadilla que provocó la apuesta por Dani Rebollo después de una reaparición fugaz y accidentada de Cristian contra el Eibar. En la Copa volvió al once y otra tremendo fallo le instalaron bajo la carpa de la sospecha. El seísmo en la portería hizo que se solicitará la cesión al Elche de Edgar Badía, que cumplió con nota pese que Víctor Fernández hizo un último intento con Cristian, quien no soportó la exigencia física más allá de tres jornadas.

La dirección deportiva se descantó el pasado verano por Joan Femenías, quien resultó un auténtico fiasco, y un Poussin algo más centrado, ganador de puntos en algunas acciones y acertado en los penaltis hizo que recuperara el cariño de la gente, que no su absoluta bendición. En un vídeo realizado por el club, se presentó su figura redimida, la superación de un calvario que en realidad nunca superó. La certeza de esa atmósfera de recelos hacia su figura y las informaciones de que iba a ser desplazado una vez más de su puesto le han animado a salir hacia Paris. En l ciudad del gol de Nayim, Poussin paseará con el gol que marcó al Éibar cómo gran recuerdo de un portero que no quedará por mucho tiempo en la memoria del Real Zaragoza.