De niños, es decir todavía, hemos tenido el sueño de ser algún día uno de los jugadores del Real Zaragoza que admirábamos o idolatrábamos por diferentes motivos. Hubo una vez que alguien quiso parecerse a Nino Arrúa, a Violeta, a Diarte, a Juan Señor, a Barbas, a Xavi Aguado, a Nayim, a Aragón, a Belsué, a Diego Milito, a Borja Iglesias... Hoy, a Francho, Francés, Iván Azón. Había y hay algo en ellos con lo que nos sentimos identificados. Quizás sus goles, su personalidad, su habilidad, su humanidad, su forma de interpretar el fútbol con la musicalidad que permite el talento o con el trueno de la entrega y la pertenencia a un escudo, a un club. Queríamos jugar como ellos, imitar sus gestos, llevar su dorsal o su nombre en la camiseta; perseguíamos sus hazañas o su autógrafo. Una mirada cómplice con el héroe al salir por la puerta de vestuarios tras un entrenamiento o un partido, al encontrárnoslos por sorpresa por la calle.
Os proponemos y os invitamos a que, en el área de mensajes que tenéis en la parte inferior de la web, escribáis qué jugador del Real Zaragoza os gustaría ser o haber sido. Y, muy importante, que expliquéis los porqués o vuestras experiencias en primera persona con ellos si las tenéis. Reuniremos todos vuestros testimonios y realizaremos un relato general que publicaremos y os haremos llegar personalmente.
Miguel Pardeza, el gran capitán, me acompañó en mi niñez y adolescencia, cuando uno no sabe casi nada de la vida y todo son sueños por cumplir, él me hizo lograr muchos de ellos, hacerme feliz en esa oscuridad indecisa, le sacó brillo, la luz vino después, al encenderla en la habitación y su amistad fuera real, palpable, como lo son los sueños escritos.
Para Di Stéfano siempre fue el mejor de la Quinta
Poyet?
Poyet o Señor. Señor y Cedrún vinieron a darnos una charla al equipo del colegio. Todavía tengo guardada la foto