Real Zaragoza-Huesca y sus segundas partes locas de remate

Los partidos entre el Real Zaragoza y Huesca en La Romareda (también en El Alcoraz) tienen de todo, pero hay un denominador común: la segundas partes se vuelve locas de remate. Por respeto o por tácticas ocurre bastante poco en las primeras mitades, al menos en el marcador. Los oscenses, desde que regresaron a Segunda en 2008, han visitado el Municipal en cinco ocasiones y solo en una de ellas el partido se fue al descanso con un gol en el marcador. El resto se resolvió de vuelta al campo con situaciones de todo tipo, con frenéticos intercambios de golpes atacantes, en los límites de la realidad y más allá. En pleno éxtasis o frustración. No hay término medio en estos pulsos y nadie debería levantarse de la butaca hasta que se apaguen las luces del estadio. Incluso sería aconsejable que permaneciese en su localidad hasta que acaben los créditos de estas trepidantes películas de acción.

El 2-2 de la 2008-2009 inauguró este serial de pasiones reservadas para las segundas partes. Rubén Castro en el minuto 56 de penalti y Vegar en el 60 abrieron una brecha que parecía imposible para el Real Zaragoza. Pero Ewerthon, en su carrera hacia las 28 dianas con las que cerraría el curso y el ascenso, salvó un punto con un doblete en el 71 y en el 85. En el segundo de los duelos de máxima rivalidad que volvieron a coincidir en la capital aragonesa, el 3 de enero de 2016, el desmadre fue absoluto. Ángel lanzó el cohete de fiestas patronales en el minuto 16 y Fran Mérida y Héctor Figueroa respondieron con una traca en el 56 y en el 58 para remontar. Ortuño y Diamanka retomaron los fuegos artificiales en el 63 y el 73 para adelantar de nuevo al Real Zaragoza, pero en el 89 Carlos David estableció la igualada. 3-3. Cinco de esos seis goles en poco más de media hora y, cómo no, después de regresar del vestuario como es norma en estos partidos.

La historia continúa en las tres citas posteriores con un guión fiel a los anteriores, aunque con menor artillería. Un gol de Casado en el 88 dejó los tres puntos en La Romareda y otro de Javi Ros en el 58 después de balear tres veces a Remiro hasta embocar la pelota dentro de la portería volvió a dar el triunfo a los zaragocistas. El recuerdo más reciente rezuma amargura por todos los costados: falta de Pulido a Puado que el colegiado no señala, balón colgado al área que Rafa Mir orienta largo para la salida y el rechace por bajo de Cristian y Galán que aparece para regatear y firmar el 0-1. ¿En qué minuto? En el 95.

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