Salvado pero en pecado

Navega todavía el Real Zaragoza por aguas turbulentas pese a haber conseguido la salvación matemática gracias a sus 49 puntos y a que la Real Sociedad B, tras perder el viernes con el Almería, ha dejado de ser la última amenaza para el conjunto aragonés. No es un equipo feliz aunque podría tener motivos para al menos estar satisfecho. Nunca lo ha sido nunca en realidad. Su paso de penitente ha sido constante, más cerca del infierno que del cielo, expieando finalmente en el purgatorio su falta de gol y dejándose llevar en la últimas jornadas por la corriente de la desidia. Este lunes contra el Real Oviedo (21.00) no se juega nada material aunque le susurren desde la tesorería que acabar en una u otra posición suponen un buen puñado de euros. Sí debería, sin embargo, evitar una dilatación de malos resultados y sobre todo de actitud por gran parte del grupo desde que en Huesca perdió de vista un tren para el que no tenía billete: el empate frente al Burgos y las derrotas ante Eibar y Alcorcón han afeado mucho la temporada, por lo que un nuevo fracaso si va acompañado de desgana pondría en tela de juico algo que jamás se ha contemplado hasta hace unas fechas, la profesionalidad.

Salvado pero en pecado. Así afronta el Real Zaragoza este partido que el Real Oviedo tiene que ganar para aferrarse a su puesto de playoff, con los deberes cumplidos pero el deber del compromiso absoluto por recuperar. Los futbolistas y Juan Ignacio Martínez, quien lleva insistiendo a la plantilla sin lograrlo que honren el escudo que llevan impreso en el pecho, van a estar bajo la más exigente de las lupas, la de una afición que no va a celebrar con fiesta alguna la confirmación de la décima campaña consecutiva en Segunda. En ese territorio que mezcla frustraciones antiguas y recientes y la esperanza por el inminente cambio de guardia en la propiedad del club, el vestuario y el técnico no se mueven cómodos. JIM porque sabe sin saberlo que no seguirá, los cedidos porque caducan sus etapas a préstamo y quienes disponen de contrato porque desconocen hasta qué punto a Raúl Sanllehí le interesará que se cumplan esas relaciones laborales. Quedan libres de sospecha los canteranos aun traicionados por Miguel Torrecilla, un director deportivo nefasto que podría tener la bendición del futuro director general. Eso es lo que ha comentado el salmantino mientras se descubre hasta qué punto su continuidad tiene algo de fundamento.

Tres encuentros sin marcar. El último tanto lo hizo Iván Azón en El Alcoraz para el peor goleador de la categoría. Un punto de nueve. Y esa imagen holgazana ante el colista y descendido Alcorcón… El Real Zaragoza no es culpable de inocencia y en el Carlos Tartiere, donde le espera una atmósfera abrasadora, tendrá que defender su dignidad una vez que la permanencia está asegurada. JIM contará esta vez con todos menos Vigaray y Nano Mesa tras los regresos de Cristian, Nieto, Vada, Bermejo y Álvaro Giménez para construir un equipo que compita de verdad y no de boquilla. Si es que la muchachada cree todavía en el entrenador; si los jugadores quieren acabar absueltos de los pecados acumulados en esta recta final de curvas tan cerradas.

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