Sanllehí: «Fran Escribá vino con un objetivo y logró la estabilidad y autoestima que se necesitaba. Se ha trabajado muy a gusto con él. Luego empezamos esta temporada cómo ya sabéis, pero la diosa fortuna influye aunque nunca me oiréis hablar de ella ni justificarme. Veíamos un buen trabajo y la posibilidad de revertirla. La última semana fue trágica y no nos guiamos por los resultados sino al ver al equipo sufriendo más de la cuenta. La salida no nos la planteamos hasta la última semana y cuando lo tratamos, empezamos a valorarlo pero la decisión real fue el domingo. Hasta el domingo no se había decidido. A Fran Escribá le di mi palabra de que no había hablado con entrenador alguno. Ahora sólo miro el futuro con mucho optimismo. En Julio Velázquez vi un conocimiento absoluto de la plantilla que me pareció espectacular, además de una gran ilusión por el proyecto y el convencimiento de que podíamos alcanzar las cotas que nos habíamos marcado».
Cordero: «Había que mandar otro mensaje a los jugadores por lo que respecta al cambio de entrenador. La última semana fue complicada y había que tomar una decisión».