Santi Aragón: «Sí estoy preocupado. El mes de marzo es clave»

Santiago Aragón siempre ha sido un artesano de la imaginación. En su etapa de jugador era una referencia en el mundo de la joyería, un futbolista que exponía sus obras en el centro del campo, forjando sus propias creaciones y administrando las de un equipo de locos creadores de fantasías. En sus horas libres, cuando cogía la pelota para investigar nuevas rutas ofensivas, destacaba por su agudeza para hallar tesoros. Por su cerebro desfilaban diamantes y todo lo que tocaban sus botas se convertía en oro. Desde ese epicentro de virtuosos se le recuerdan pases de corta y larga distancia majestuosos, y goles como el de su debut en La Romareda frente al Tenerife, con rivales desmayándose ante el perfume de sus regates y esa finalización inolvidable, una caricia burlona a la ley de la gravedad. O el tanto en Stamford Bridge que dio el pase a la final de la Recopa, un eslalon poético entre la pedestre defensa del Chelsea. Y aquella celebración acunada junto a Nayim y Cafú. Antes Anoeta en el estreno del estadio donostiarra en Liga y el Benito Villamarín, en la semifinal de Copa de 1994, se habían rendido a su fantásticas ocurrencias. Cómo no, su última sesión de magia como profesional, frente al Elche, en el minuto 1, de regreso a Primera. En su órbita el tiempo se detenía y recibía instrucciones supersónicas.

Desde el 2016 continúa explorando lo imposible, peinando la geografía para la fábrica del Real Madrid en la búsqueda de riquezas en el fútbol de formación. Aún tiene tiempo para seguir al Real Zaragoza y para reflexionar sobre su presente, para ofrecer una versión autorizada no por nada en especial, sino por la especial y certera forma de visualizar este deporte y sus interioridades. No alarma, pero habla por lo que le dice su corazón y dicta la cabeza. «Sí estoy preocupado. Este mes de marzo va a ser clave para lo que pueda ocurrir. Restan 14 partidos y hay que sumar casi la mitad de los puntos. Cartagena, Mirandés y Logroñés son encuentros que debes ganar sí o sí porque el empate no te sirve para nada frente a un calendario posterior muy complicado. Es cierto que el equipo ha progresado tácticamente desde que llegó Juan Ignacio Martínez, pero son mejores los resultados que las sensaciones». Aragón considera que uno de los aspectos fundamentales para conseguir esa salvación puede estar en el entrenador. «Si en algo ha acertado el Real Zaragoza es en la elección de un técnico con experiencia que aplica con sencillez los métodos adecuados en este contexto. Normaliza todo y sus mensajes, desde el principio, contagian optimismo. Y así exprime al máximo lo que tiene, que consiste en amarrar sin cometer errores».

Contempla «un equipo mermado por la situación o porque no da más de sí. Por todos los problemas físicos que ha sufrido o por la ausencia de cinco titulares tan importantes como Suárez, El Yamiq, Puado, Guti y Soro. Si a eso añades que, salvo Narváez y Jair, los que han fichado no han dado lo que se esperaba de ellos… La buenas noticias, sin duda, han venido de Francés y de Francho«. El exjugador aplaude y elogia la irrupción de los canteranos, pero entiende que se han dejado vacíos importantes este ejercicio en la configuración de la plantilla. «Se necesitaba futbolistas para suplir con garantías esas bajas». También señala que el mercado de invierno, «aunque es corto y difícil, no se ha aprovechado. El equipo tiene poco margen de mejora, se ve en los partidos que está cogido con alfileres».

En lo que va de curso, todas las líneas han sufrido seísmos considerables. Santiago Aragón repasa cada una de ellas con fino bisturí.

Portería
«Cristian es un seguro de vida, una garantía, a pesar de que haya tenido dos o tres semanas irregulares. Es un futbolista notable para esta categoría. En esa posición no estaría preocupado porque sabemos que todos los porteros sufren este tipo de bajones. Y desde luego hay que recuperarle en el campo»

Defensa
«El baile de centrales, por diferentes circunstancias, ha provocado una inestabilidad considerable. JIM ha probado con todo hasta dar con la clave, con Jair, una vez superada la lesión, y Francés en un eje ahora más fiable. Me ha sorprendido gratamente lo de Francés, aún en edad juvenil y sin embargo con protagonismo y seguridad en la toma de decisiones. Sabe su función, no pierde la concentración, es veloz y dispone de buena salida de balón. Además demuestra carácter y en los duelos resulta difícil de superar. En defensa, y en ese sentido se trabaja bien, lo vital es mantener la portería a cero. La firmeza atrás es el camino más corto para el éxito sea cual sea tu objetivo».

Centro del campo
«Se necesita a un Eguaras que aporte más de lo que está dando porque ha demostrado que puede hacerlo. Se halla en una zona de confort y no está en su mejor momento. El acompañamiento de Francho le ha hecho muy bien al equipo. Mete ritmo al juego, tiene llegada y aporta energía y recorrido. Con el tiempo acabara como mediocentro posicional, no como interior. Por contra Igbekeme tampoco no es el mismo, por debajo de su nivel no sé si por las lesiones que ha sufrido o por otras causas, y las bandas no están bien ocupadas. Bermejo es un poco diferente pero le ha costado adaptarse. A Zanimacchia, sinceramente, creo que le viene un poco grande el Zaragoza, y Larrazabal apenas ha aparecido para algo destacable».

Delantera
«Narváez es quien marca las diferencias sobre el resto. Es un jugador de doble función, si bien yo lo veo de segundo delantero. Disfruta más cayendo a la banda izquierda, desde donde le gusta  diagonales para su potente disparo. En cuanto a la crisis de los delanteros de cara a gol, los malos números son irrefutables, pero entiendo que aunque hayan dispuesto de ocasiones, no han sido muchas. No se genera un fútbol para que les alcancen balones claros y la segunda línea no aporta demasiado. No se genera mucho y los delanteros necesitan balones claros. y el equipo no produce tanto para crear tantas oportunidades. Azón me gusta bastante, aunque revulsivo en los últimos minutos. Es un chico que me recuerda mucho a Yordi González. Va al choque jugándose el físico, de cabeza es valiente y siempre que participa genera cosas a su alrededor. Le falta, eso sí, algo de finura con el balón, pero le sobra tiempo para mejorar. Hay que trabajar todavía con él».

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