Sí Álvaro, el problema grave es la falta de gol

El delantero subrayó con grosor en su rueda de prensa del martes que el problema del Real Zaragoza no es el gol. Juan Ignacio Martínez reconoce que el fútbol consiste en marcar, pero sostiene con firmeza que antes de todo el Real Zaragoza tiene que restablecer el orden defensivo, según su opinión la clave del éxito. Álvaro Giménez y el entrenador coinciden en que la puntería es cuestión de rachas, y que en cualquier momento el viento soplará a favor frente a la portería rival. Sin embargo, los 17 tantos a favor en la primera vuelta –tan sólo 6 en La Romareda, los mismos que el colista Alcorcón–, rebaten con furia ambas teorías pese a que sea cierto que el conjunto aragonés ha bajado la guardia en su zona de seguridad en los últimos seis partidos. Aun así, su sistema de protección es el sexto mejor de la categoría.

Con esa desnutrida capacidad ofensiva, en la que el propio Álvaro y el guadianesco Vada son los máximos artilleros con cuatro dianas cada uno, cualquier intención de alcanzar una plaza de playoff supera la utopía. El Real Zaragoza necesita reforzarse en el mercado de invierno en el lateral derecho, un centro del campo con profundos boquetes físicos y de liderazgo y, cómo no, arriba, donde se ha confirmado que los fichajes van justos de pólvora. Si se añade la crisis de Narváez, que la segunda línea tampoco luce por su aportación realizadora, y que resulta imposible entrar en puja alguna al haberse excedido el límite salarial, el equipo de JIM arrancará la segunda vuelta a expensas de que la inspiración divina señale el camino del gol.

Para aspirar a la sexta plaza, la única que entra dentro de las redes de pesca de una decena de clubes en tierra intermedia que todavía mantienen la fe, el Real Zaragoza debería lograr 39 puntos más, casi el 62% de los que habrá en juego a partir de Anduva este domingo frente al Mirandés. Sólo en la etapa de Natxo González en el banquillo se consiguió con creces esa hazaña con 47 puntos pasado el ecuador del campeonato, aunque en aquella plantilla figuraba Borja Iglesias, quien a estas alturas ya llevaba 9 goles para acabar la temporada con 22, un Cristian Álvarez soberbio y una plantilla con bastante más cuajo competitivo.

Aunque sea cierto que el rigor defensivo es crucial, en este caso la carencia atacante no sólo pueda acabar con ilusiones o espejismos ambiciosos, sino que amenaza con activar las alarmas subterráneas. De esos 17 goles a favor, sólo 9 han servido para ganar. Por debajo de esa productividad anotadora están Amorebieta, que ha vencido con 8 de sus 24 dianas; Fuenlabrada, con 6 de de 15; Real Sociedad, con 4 de 16, y Alcorcón, con 4 de 16. La relación entre marcar el mayor número de veces posible para ocupar las primeras plazas desmonta todo tipo de juegos de distracción. Los siete primeros clasificados, Almería, Eibar, Tenerife, Ponferradina, Valladolid, Girona y Las Palmas son los máximos goleadores de Segunda. Y, sin embargo, Eibar, Valladolid, Girona y Las Palmas no están entre las 12 mejores defensas de la Liga. Sí Álvaro, el problema grave, muy grave del Real Zaragoza, es el gol.

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