Tiempo de hambruna en el Real Zaragoza

Dijo Javier Tebas, después del último descenso, que el Real Zaragoza iba a permanecer seis temporadas en Segunda División. La Biblia recoge en el Génesis los «siete años de vacas gordas y siete de vacas flacas» como un tiempo de abundancia en Egipto y otro de hambruna. La Guerra de los Cien Años duró realmente ciento dieciséis en la Edad Media y el Comunismo en la URSS, setenta y cuatro. Desastres provocados por el hombre y que nos hacen recordar las once temporadas del Real Zaragoza en Segunda División que, lamentablemente, parece que van para largo. La comparativa está cogida con alfileres pero nos permite soñar en que algún día este sufrimiento terminará. Ya lo dice el refrán: «No hay mal que cien años dure». Aunque tiene su coletilla amarga al asumir la realidad: «Ni cuerpo que lo resista».

El partido de mañana es uno más en este entramado de enfrentamientos cada vez menos interesantes. Consiste en ganar, demostrarle al graderío que existe compromiso sobre el terreno de juego y esperar al siguiente partido. Y así hasta que se alcancen los cincuenta puntos y podamos volver a engañarnos con un final apoteósico que lleve al equipo a la promoción y de ahí, con la bandera de Aragón como estandarte, iniciar la reconquista imaginando matar al dragón de nuestras pesadillas.

Velázquez ha conseguido recuperar la seguridad defensiva gracias a situar a Francés, Lluis López y Mouriño en defensa, con la inestimable ayuda de Édgar Badía cuyas actuaciones han sido de un altísimo nivel. Pero a partir de allí, con los problemas en los laterales por lesiones o reconversiones de futbolistas, ha dejado el centro del campo en una zona sin mayor fuerza que la de Francho para intentar estar en todos los lados, hasta consiguiendo goles. Maikel Mesa es muy rentable de cara al marco contrario pero está solo. Y arriba llega el caos, con Azón más corajudo que acertado y propicio a las lesiones, Enrich desconocido y Bakis, el esperado goleador, que además de sufrir una lesión que no se dio a conocer parece desesperado por su fracaso. Y hasta aquí puedo leer tras el fallido fichaje de Rossetto.

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