Un familiar de Nasser Al-Khelaïfi (PSG) no vio negocio en el Real Zaragoza

La operación para la compraventa del Real Zaragoza sigue estancada porque la sociedad Spain Football Capital, interesada con hacerse con el grueso de las acciones del club, continúa sin concretar las cantidades ha desembolsar para cerrar el acuerdo. Los muros que se levantan para que estampen la firma son de una altura magnífica. La deuda, los compromisos de pago inmediatos a todos los niveles y la cantidades que exigen los componentes de la Fundación por sus títulos, 6,36 millones de euros más 3,5 millones destinados a un préstamo personalizado de Alierta, mantienen la transacción en punto muerto. La situación podría desbloquearse esta semana o, en el peor de los casos, quedarse en nada con el terrible escenario que supondría la continuidad de los empresarios aragoneses una vez que César Alierta ya ha confirmado su marcha y que la mayoría desea seguir sus pasos. No hay liquidez ni se quiere aportar un euro al reto que asumieron en 2014 con la intención de hacer negocio. En ese contexto de máxima necesidad, los hermanos Álvarez del Campo y el abogado Kiko Rodríguez, rostros del capital interesado en la compra, podrían estar reconduciendo el trato hacia su terreno.

Las informaciones, por lo general generadas por el Heraldo de Aragón, uno de los propietarios a través de Fernando Yarza, hablan de una inyección de 50 millones que se repartirían entre lo que habría que entregar a la Fundación, los costes de urgencia con fecha límite de 30 de junio y la mejora sustancial del techo salarial para construir un equipo con sólidas aspiraciones de ascenso a Primera. La textura de estas divulgaciones tienen un cierto poso quimérico o interesado. Príncipes de París ha seguido la huella de la compraventa y ha detectado algunos aspectos que chirrían sobre el atractivo de una operación con esas cantidades de por medio. En primer lugar, resulta sintomático que un familiar del propietario del Paris Saint Germain, Nasser Al-Khelaïfi (en la foto), pidiera un informe inicial del despacho jurídico nacional con sede en Zaragoza y desestimará tan siquiera la oferta al considerar que no había negocio ni viabilidad en una inversión en el Real Zaragoza. Otro grupo inversor americano que tiene en propiedad varios clubes estadounidenses también hizo el mismo acercamiento con idéntica conclusión: no se pusieron en contacto con el club frente a la frágil tesitura deportiva y económica. En ambos casos valoraron la inexistencia de activos y la mínima garantía de conseguir beneficios con la venta de jugadores con futuro.

Que dos grupos de esa envergadura hayan descartado iniciar cualquier tipo de aproximación es un indicativo de las dificultades que acarrea gestionar un club en bancarrota y con unas cargas de enorme calibre en sus finanzas. Mientras, sobrevive la esperanza de que Spain Football Capital dé ese paso definitivo, aunque todo apunta a que la Fundación tendrá que rebajar mucho sus pretensiones por una acciones sin valor alguno salvo que se les quiera otorgar algún precio por parte de los inversores. A dos semanas del arranque de la pretemporada, con la LFP y el CSD esperando la confirmación de un acuerdo del que carecen por ahora de información, el Real Zaragoza flota sin dirección alguna ni en lo administrativo ni en lo deportivo, con Miguel Torrecilla y JIM a la espera de una confirmación oficial en sus cargos mientras cumplen, por contrato, un papel de interlocutores incapacitados para confeccionar la plantilla con altas y bajas.

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