Valera abre el cofre de los tesoros

El extremo alumbra a un Real Zaragoza indomable que confirma la floreciente profundidad de la plantilla de un líder con mayúsculas (2-0)

Había que darle una vuelta al equipo pese a su colección de excelentes resultados y Fran Escribá giró el volante hacia Germán Valera, quien aún no se había estrenado como titular. El técnico salió del Helidoro Rodríguez hace una semana con algunos apuntes en su libreta. Se le había gripado el centro del campo y por fuera las luces estaban apagadas. Los delanteros tampoco le rulaban, pero ese era un asunto menor. Se necesitaba un extremo bullicioso, alguien que electrificara el juego, y el zurdo, que sentó a nada menos que Toni Moya, acaudilló una minirevolución que trasladó a Mesa, situado esta vez de falso interior, al centro para que ganara contacto con el balón. Valera fue un cohete constante, y con su entusiasmo y velocidad impregnó al Real Zaragoza de la púrpura que se le suponía más allá de los once que hasta este encuentro habían sido fijos en la pizarra. Abrió el cofre de los tesoros para confirmar la floreciente profundidad de la plantilla de un líder con mayúsculas incluso cuando necesitó la fortuna para marcar. El Eldense, sin verse arrollado en ocasiones, claudicó al recibir dos goles, pero sobre todo por las llamaradas que le venían de frente, un rival intenso, apasionado y conjuntado. Y Cristian, que tuvo dos intervenciones majestuosas, acabó por cuarta vez consecutiva sin encajar un gol. Cualquier partido será sacado a hombros por la puerta grande.

El encuentro se puso picante con Valera, que incendió el carril derecho con desbordes, diagonales venenosas y un disparo mortífero que salió un poco alto. El Eldense tuvo una oportunidad después de que Jair se equivocara en un pase corto a Francés y Andone probara los guantes de Cristian tras el regalo. Se dibujaba un Real Zaragoza distinto donde Francho daba la vuelta al mundo con la brújula muy bien orientada y Azón se partía piernas, caderas y mandíbula en cada lucha ventajosa o no. Este equipo tiene una composición de materiales que brillan cuando se funden en el aquelarre de la tribu. Hay detalles individuales que suman, pero su corazón es un meteorito colectivo. Así logró su primer tanto, cayendo la noche de la primera parte, con un lanzamiento de Valera que tropezó en la canilla de Toni Abad y se fue en busca de un Azón que ya había dado la espalda al rebote. El ariete se revolvió y cazó la caprichosa pelota para embocarla en la portería de Guille Vallejo no sin que antes tocara en la bota de Iñigo Piña para desajustar al meta. Puro pinball que iluminó aún más al conjunto aragonés para la segunda mitad y sacó al canterano de la celda de castigo de los goleadores, personajes que por mucho que se se les elogie el trabajo, sólo son felices festejando con la grada.

La defensa, superado ese susto de Jair, mantuvo un nivel soberbio ante un enemigo que quería sin saber cómo. Esto le encanta a Escribá y tiene sus fundadas razones. Cristian tuvo que salir al escenario a hacer un bis con otra parada señorial, pero su guardia pretoriana le protegió como nunca. El central portugués y Francés representaron un espectáculo de alta costura, con cortes e intercepciones para todos los gustos, en esta ocasión secundados por un Nieto férreo e insolente en ataque, probando misiles que deshilaron el costado de la red de Vallejo. Echado el candado, la llave se la repartieron Franco y Aguado, la otra apuesta de Escribá para meterle corriente continua al grupo. Juegan como si llevaran juntos toda la vida, uno para transitar y rasgar líneas con su carrera de medias bajas y cabeza alta y el otro para hacer que el péndulo marque la hora perfecta en la administración del esférico. El triunfo, aun con Valera desatado, tuvo también aroma casero. Un córner botado por Francés lo cabeceó con el flequillo Francés y el gafado Piña introdujo esa bala perdida en su portería. ¿La suerte del campeón? Este Real Zaragoza, al que se incorporaron Manu Vallejo en su debut, Bermejo, Mollejo y Sergi Enrich no cuenta con la fortuna aunque le sonría. Es una máquina que genera su propio destino.

 

2 – R. Zaragoza: Cristian Alvarez; Fran Gámez, Francés, Jair, Nieto; Valera (Manu Vallejo, m.64), Francho (Toni Moya, m.73), Marc Aguado, Maikel Mesa (Bermejo, m.64); Iván Azón (Mollejo, m.73) y Bakis (Sergi Enrich, 84).

0 – C.D. Eldense: Guille; Toni Abad, Dumic, Piña, Poloni (Chapela, m.59); Montes (Arnau, m.69), Sergio Ortuño, Timor (Alex Bernal, m.82), Marc Mateu; Andone (Eddie Salcedo, m.69) y Juanto Ortuño (Soberón, m.59).

Goles: 1-0. M.42. Iván Azón; 2-0. M.57. Piña (p.p).

Arbitro: López Toca (Comité Cántabro). Amonestó con tarjeta amarilla a Maikel Mesa y Francho, del Real Zaragoza, y a Dumic, del Eldense.

Incidencias: partido correspondiente a la cuarta jornada de Liga de Segunda división disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante 26.011. espectadores.

One comment on “Valera abre el cofre de los tesoros

  • Maño de Vilassar , Direct link to comment

    Disfrutemos estos momentos. Y bienvenida la ilusión. Personalmente, me preocupa la gestión de la euforia. Hasta final de mayo próximo queda mucho, mucho. Y veremos todavía muchas vicisitudes.

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