Y ahora, un central de toda la vida

La renovación de Lluís López abrocha el eje defensivo de las dos últimas temporadas con Francés y Jair, un cinturón que concede poco, pero el equipo necesita mayor constancia y liderazgo

No le ha ido mal al Real Zaragoza con la trinidad formada por Jair, Francés y Lluís López. Para salvarse, claro está, y para formar sociedades más o menos solventes en las que el portugués casi siempre ha llevado el cetro de ese reino por su jerarquía física. La renovación por dos años del catalán encaja en la política económica que marca el proyecto de Juan Carlos Cordero y en los méritos del futbolista por su rendimiento en el último curso. No es una mala operación, aunque tampoco derrocha originalidad o un salto cualitativo asegurado. El defensa se distingue por su corrección en el juego aéreo, un relativo buen gusto por el balón y una concentración intermitente que ha ido madurando con el tiempo. Aun así, todavía tiene pendiente la velocidad de reacción y la reducción de ciertas lagunas frente al peligro. «Soy un jugador que siempre intenta dar lo mejor de sí mismo. No destaco en una faceta en concreto pero puedo ser bastante completo y muy exigente conmigo mismo y con mis compañeros». Nadie se conoce mejor que uno mismo. López es un buen complemento, un profesional comprometido y solidario. Está por ver qué lugar le tiene reservado Fran Escribá en el escalafón defensivo.

El pulso con Alejandro Francés, de principio, está asegurado después de que el canterano rematara dos campañas que le lanzaron a un estrellato quizás algo prematuro. Esta campaña recién finalizada, el aragonés, entre la lesión del codo y su irregularidad, ha estado a la sombra de un López más competente. El internacional sub 21 debería recuperar el nervio y la medición exacta entre virtudes y defectos que le hicieron sobresalir para recuperar al cien por cien la confianza del entrenador. Ambos son jugadores que no se pueden permitir un solo instante de descanso, de relajación ni de suficiencia. Todo lo contrario sucede con Jair Amador, un atleta menos sútil pero bastante más resolutivo que sus compañeros. El portugués mezcla bien con cualquiera porque adapta sus cualidades al ecosistema de todos los encuentros con un cóctel muy equilibrado para Segunda: sencillez y eficacia. Esta categoría no necesita centrales que rompan líneas con conducciones ni que desplacen el balón con precisión suiza. Premia la rebaja de errores a la mínima expresión y la firmeza ininterrumpida y furiosa en el cuidado del área propia. Un cruce entre bulldog y pastor alemán.

Jair, que también fue renovado en marzo hasta el 2025 en una negociación considerada como prioritaria por el director deportivo, cumplirá 34 años el próximo mes de agosto, una edad con margen todavía para mostrar su mejor versión. También para considerar que necesita administrar la carga de partidos después de acumular 74 titularidades en las dos últimas temporadas, el jugador más utilizado de la plantilla por su trascendencia y su fortaleza. La prolongación del contrato de Lluís López cierra la posibilidad de una mayor renovación en ese puesto con la confianza de que el de Manresa se consolide como fijo o alternativa aunque siempre como pieza de máxima garantía. A esta terna, sin embargo, le falta un central de toda la vida, un jugador riguroso y que domine desde el liderazgo de sus acciones y sin altibajos a un Real Zaragoza que se sienta muy protegido si persigue estar entre los mejores al final del campeonato.

02 comments on “Y ahora, un central de toda la vida

  • José Rodríguez Benítez , Direct link to comment

    Usted que sabe tanto señor HERNANDEZ, y porque se busca según se dice un cuarto central, porque se marcha el no visto JAIRO QUINTEROS , porque yo creo que con tres jugadores como JAIR, FRANCES y el recién renovado LLUIS LOPEZ, tiene alguna explicación porque la verdad no lo entiendo, porque creo que antes que un central es más necesario un buen delantero centro y goleador que se que eso es muy difícil.

    • Félix , Direct link to comment

      Creo que el motivo por el cual Escribá quiere otro central es por una cuestión de altura, además de calidad demostrada. De hecho ya lo ha comentado en más de una ocasión. Un central tipo podría ser Jawad El Yamiq, ya conocido y que gustó aqui. Mide 1,93m.mientras que Frances mide algo menos 1,8m., y Francés es más polivalente ya que puede jugar de lateral derecho y si me apuras incluso de pivote por delante de la defensa.

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