El exzaragocista Andreas Brehme fallece a los 63 años

El exjugador del Real Zaragoza Andreas Brehme ha fallecido a la edad de 63 años como consecuencia de un infarto cardiaco. Uno de los mejores laterales de la historia del fútbol, exinternacional con Alemania y autor del gol de penalti que dio a su país en el Mundial de 1990 en la final contra Argentina de Diego Armando Maradona, tuvo un breve recorrido por el conjunto aragonés en la temporada 1992-1993, donde disputó 31 partidos, todos ellos de titular, entre Liga, Copa y Copa de la UEFA, consiguiendo cuatro tantos.

Brehme, ya legendario por su dilatada y extensa carrera profesional tras su paso por el Saarbrucken, el Kaiserslautern -donde también fue entrenador-, el Bayern Múnich y el Inter de Milán, aceptó la oferta del Real Zaragoza en contra de otras más suculentas aunque no de equipos españoles de primera línea, como era su deseo, por una decisión familiar, ya que su primera esposa era natural de Utebo. Un desencuentro con Víctor Fernández y la posición en la que deseaba jugar, de interior y no de lateral, hizo que Brehme, indómito, incómodo y protagonista de varios actos de rebeldía, se diera a la fuga antes de un encuentro ante el Tenerife y ya no regresara.

Volvió a a Alemania, para jugar en el Kaiserslautern, donde en 1996 logró la Copa, y en 1998 ganó la Bundesliga. Además, en ese mismo año, el defensa de Hamburgo se retiró, a la edad de 38 años. Después, su vida se vio marcada por una ruina financiera. El fútbol alemán, con Beckenbauer a la cabeza, solicitó ayuda para el futbolista, que esta madrugada ha fallecido de un infarto tras ingresar en urgencias en la clínica de Ziemssenstrasse, cerca del apartamento en el que vivía, donde los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida.

La anécdota

La decisión de que dispara con la derecha y no con la zurda el penalti que hizo campeona del mundo a Alemania en Roma en 1990 se debió a que Brehme -que era ambidiestro- había recibido un golpe en el pie izquierdo, pese a lo cual asumió el lanzamiento de la pena máximaque no quiso tirar Lothar Matthäus, alegando que no se sentía seguro debido a que había tenido que cambiar sus botas y que estaba usando unas que habitualmente calzaba sólo en los entrenamientos. El segundo lanzador era Rudi Völler, que era el que había recibido la falta que ocasionó el penalti, y el seleccionador Franz Beckenbauer consideraba que quien había recibido la falta no debía lanzar nunca un penalti.

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