Desde que cerrara el pasado año perdiendo en La Romareda, el Lugo solo ha ganado al Tenerife en 18 jornadas para sumar 10 puntos de 54
El 19 de diciembre, en la última jornada antes el parón navideño, al Lugo se le detuvo el reloj. Perdió en La Romareda contra el Real Zaragoza con un gol de Chavarría en un partido que pulsaba el estado de dos equipos en las antípodas y no se le ha vuelto a poner en marcha: una victoria en 18 encuentros, 10 puntos de 54 posibles, le señalan como firme aspirante al descenso a Segunda B. Los gallegos vinieron al Municipal asentados en la zona templada, con 13 puntos se ventaja y dispuestos a amargar el debut de Juan Ignacio Martínez en Liga. Cuatro meses después han sumado una sola victoria, frente al Tenerife, enterrada bajo diez derrotas y siete empates, y están seis puntos por debajo de los aragoneses. El sábado, cayeron en Ponferrada en el estreno de Rubén Alves, su cuarto entrenador del actual curso tras Luis César Sampedro, que se fue sin un solo triunfo tras haber tomado el testigo de Nafti, y Juanfran.
Mientras tanto, en ese mismo espacio de tiempo el Real Zaragoza ha sumado 25 puntos para saltar de la penúltima plaza a la 15ª y quedase muy cerca de la permanencia. Este viernes, el calendario vuelve a reunirles en el Anxo Carro en un partido de alto riesgo. El Lugo ha dilapidado toda su fortuna y el equipo de JIM ha contratado un pequeño seguro de vida con sus estupendos ahorros. La fábula de la cigarra y la hormiga con un matiz importante: el invierno no ha terminado todavía. Para dejarlo lo más lejos posible, el Real Zaragoza, el segundo peor visitante de la categoría igualado con Castellón y Albacete y por delante del propio Lugo, necesita su tercer triunfo del ejercicio en el campo tras los de Málaga y Fuenlabrada. Las pocas garantías de los gallegos residen en su campo, donde ha cosechado 25 de sus 36 puntos. Eso sí, exhibiendo con 14 goles el peor ataque casero de la Liga tan solo por delante del Logroñés.
