251 puntos perdidos en La Romareda

La vida casera del Real Zaragoza en su estadio, La Romareda, no está siendo precisamente ejemplar desde que se produjo el descenso a Segunda en la campaña 2012-2013. En su último viaje por Primera perdió diez partidos en casa y sólo ganó cinco en un adiós a la élite que, como había ocurrido siempre con anterioridad, sólo se había prolongado durante una temporada. Nueve años después, el conjunto aragonés es el tercer equipo más longevo en la categoría después de Alcorcón y Lugo, convirtiéndose en un clásico de una competición a la que está condenado por una deuda fatigosa y por pésimas decisiones deportivas y administrativas que han lastrado su capacidad para competir y sobre todo para lograr el ascenso.

El epicentro de sus dificultades para presentar una candidatura creíble y fuerte está muy localizado en cuanto al cumplimiento de los parámetros necesarios para subir: como local ofrece muy pocas garantías. De los nueve encuentros que ha disputado este curso en el Municipal, sólo ha ganado uno, el que le enfrentó al Sporting, mientras que acumula seis empates y dos derrotas, lo que se traduce en la consecución de 9 de 27 puntos posibles –con tan sólo 5 goles a favor–, una cantidad que de no mejorarla abortará cualquier aspiración ambiciosa y podría complicar una travesía sin sobresaltos por la permanencia. Ante su afición ha dejado escapar por ahora 18 puntos, los tres últimos frente al Leganés.

Esa sangría no es nueva en La Romareda. En realidad es casi una constante: de los 185 partidos que ha jugado desde que cayó a Segunda hasta este pasado lunes ha visto volar 251 puntos como consecuencia de 49 encuentros perdidos y 52 empatados. Ha ganado 84 frente a 101 en los que ha sido incapaz de conseguir la victoria. El Lugo ha sido una pizca más consistente en el Anxo Carro ya que, tomando como referencia la misma cantidad de partidos, del Anxo Carro se han escapado 250 puntos. Mientras, el Alcorcón, el más veterano en el campeonato, ha perdido 266 en Santo Domingo.

Para bien o para mal, sus ganancias y sus pérdidas como local han marcado su camino salvo con Víctor Fernández en el banquillo, cuando disputó el playoff frente al Elche con un mejor bagaje como visitante. Sus mejores cierres de ejercicios coinciden con su más alto rendimiento en La Romareda. Con Víctor Muñoz y Popovic en el curso que acabó con el drama de la eliminatoria final frente al Las Palmas; con Popovic y Carreras y esa humillante última jornada en Palamós; con Natxo González y la tragedia del gol de Diamanka en la primera eliminatoria de la promoción… Lejos, todos ellos, del récord de puntuación con 22 clubes en liza, firmado con Marcelino García Toral en la campaña 2008-2009: una sola derrota en el Municipal con el Rayo y 50 puntos de botín.

251 puntos desperdiciados en 185 partidos hablan –o gritan bien alto– de la inconsistencia del Real Zaragoza en La Romareda durante estas nueve temporadas en Segunda, una hemorragia que le ha negado el ascenso directo y en carias ocasiones le ha tenido al borde del abismo. Esta a vez le restan 12 encuentros en casa hasta el ocaso de la competición, es decir que ganándolo todo alcanzaría 45 puntos como local. Persiga el objetivo que persiga, su destino parece que estará mucho más marcado por los resultados que consiga a domicilio.

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