A las dos, los tres ¿sin los tres?

El Real Zaragoza, por primera vez este curso a una de las horas más inhóspitas para el fútbol y la afición, busca con apuro su primera victoria en casa en 2023 sin sus tres canteranos de oro si no juega Francés

A una hora más propia para el tardeo, el vermú e incluso la comida para los más madrugadores en la cocina (14.00) juega el Real Zaragoza esta tarde en La Romareda. Debuta esta temporada en un momento del día requisado al tiempo por el tiempo de las plataformas, con la esperanza de que se acerque el mayor número posible de aficionados para arroparle contra el latoso Leganés. Y para que los que vayan encuentren motivos suficientes para impulsar al equipo, a todos incluso Gueye según rogó Escribá, hacia la primera victoria en casa del 2023 y para romper con cuatro encuentros consecutivos sin vencer en el Municipal, donde en este periodo sólo se ha celebrado un gol, el de Bebé ante el Alavés desde una base lunar. También, como consecuencia de ese pésimo rendimiento como local, para conseguir tres puntos que restarían apuros y problemas en el triste camino hacia la permanencia.

La baja de Francho y la interminable ausencia de Azón pueden determinar que por segunda vez en las últimas tres campañas, los tres canteranos de oro del conjunto aragonés no coincidan en la titularidad. Ocurrirá si Francés sigue en el banquillo, desaparecido del once desde el 1-4 frente al Alavés. La única ocasión en que ninguno formó parte del equipo inicial fue en el ejercicio 2020-2021, ante el Espanyol. Francho, que hoy es baja por los efectos de un proceso gripal, salió entonces en el minuto 66 como solitario representante de esta terna de futbolistas de la casa que abandera hoy en día el proyecto de la nueva propiedad. Lo que parece una anécdota no lo es. Los reiterativos y mal explicados problemas musculares del ariete y la baja forma del central, han tenido un efecto nocivo sobre el equipo. Sin el centrocampista, hombre fijo para Escribá, la visita del conjunto que entrena Imanol Idiakez será más complicada.

Después de dos partidos sin encajar tras recibir siete tantos en los anteriores compromisos, en este se busca una vez más el elixir prohibido, el gol que no hay y aflora casi en exclusiva en Giuliano, quien lleva sin marcar precisamente desde la cita en Butarque con el Leganés, hace ocho jornadas. El serial de cañonazos de Bebé como estrategia demasiado elemental a la larga ha intentado sin conseguirlo hacer más llevadera la sequía del argentino. Las incógnitas de si el técnico se decantará por poner un compañero a Simeone o no y quién será el relevo de Francho, con Grau en el primer lugar de la lista, ocupan los prolegómenos de este coche en al que, posiblemente, Bermejo regrese junto a la banda tras su mala experiencia de enganche con Vada de nuevo por detrás del Cholito. No se prevén más cambios en un Real Zaragoza –si Luna continúa en el lateral, algo por confirmar– deshabitado de sus tres últimos y mejores productos de la Ciudad Deportiva que necesita ver puerta y ganar. Jair, recién renovado hasta 2025, pidió que se rebajaran revoluciones cuando se presenten las ocasiones. Una manera nada subliminal de decir que para acelerar el pulso bajo del equipo hay que congelarlo frente a la portería.

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