Ascender pide una defensa impermeable antes que un goleador

¿Se necesita un bombardero ofensivo para subir a Primera, un delantero con números estratosféricos, un atacante demoledor? Siguiendo la pauta de las últimas ocho temporadas en Segunda, el tiempo que el Real Zaragoza lleva anclado en esta categoría, no es una ley escrita. Conviene tener en nómina a un tipo con la sangre caliente en el área, pero no es imprescindible. Lo que sí se recomienda es finalizar el torneo entre los equipos que menos tantos encajen para equilibrar los números si fuera necesario. Una defensa impermeable se eleva por encima de una esplendorosa artillería. Si ambos principios se dan la mano, el éxito, por supuesto, está asegurado al cien por cien. Luis Suárez (19), Borja Iglesias (22), Ángel (21) y Borja Bastón (22) lograron guarismos sobresalientes con el Real Zaragoza pero en todos los casos el el comportamiento en defensa resultó muy discreto en la liga regular.

Desde la temporada 2013-2014, es decir en la primera de las nueve campañas que el conjunto aragonés es inquilino de esta categoría, 16 de los 24 clubes que han regresado a la élite lo han logrado con un pichichi con un máximo de 14 goles facturados. El Rayo Vallecano es el último ejemplo: desde la sexta plaza y con las 9 dianas de Isi, superó los playoffs. Eso sí, en el cómputo global, el pequeño delantero murciano contó con un amplia colaboración de la segunda línea. Abdón Prats firmó 10 con el Mallorca, segundo, en el equipo más fuerte defensivamente junto al Espanyol. Hay más casos de discreción realizadora que no han sido impedimento para alcanzar la gloria. Jota Peleteiro en un Eibar hermético (9), Fidel en el Elche (9), Toquero en el Alavés (9), Borja Bastón en el Deportivo (10), Xisco en el Córdoba (10), Antonio Puertas en el Granada (10), Lago Júnior en el Mallorca (11), Guerrero en el Sporting (11), Roberto Torres en Osasuna (una a la par con Juan Villar) en dos ocasiones (12), Szymanowski en el Leganés (12), Okazaki en el Huesca (12), Álex Fernández en el Cádiz (13), Longo en el Girona (14)…

La otra cara de la moneda también existe con Raúl de Tomás, un clásico del gol, haciendo feliz primero al Rayo (24) y al Espanyol el pasado curso (28). Los 33, tantos de Mata, el número más alto logrado en este periodo, propulsaron a la élite a un Valladolid muy frágil atrás que se aupó a Primera en la promoción. Tampoco son despreciables los 31 de Rubén Castro con el Betis (con la inestimable colaboración de los 19 de Jorge Molina); los 22 de Roger con el Levante y los de Araujo con el Las Palmas y los 20 de Jorge Molina con el Getafe. El Huesca ascendió con 17 de Gonzalo Melero, un centrocampista ofensivo. La comparativa entre ambos bloques explica que en Segunda no es necesario contar con grandes depredadores siempre con que tu portería esté protegida por cíclopes.

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