Aún quedan otras vergüenzas por evitar

La falta de gol en un equipo que si se ha caracterizado por algo a lo largo de sus historia es por su brillantez ofensiva, con delanteros de todos los colores y futbolistas de todas las posiciones con la portería rival en su ADN, se ha convertido en la gran pesadilla en las dos últimas temporadas. Se ha refugiado para salvarse en ambos casos y a regañadientes de Juan Ignacio Martínez en la efervescencia de un chico en edad juvenil, Iván Azón, para solventar los fracasos de los directores deportivos en la selección de hasta cinco puntas de referencia (El Toro Fernández, Vuckic, Álex Alegría, Álvaro Giménez, Nano Mesa y Sabin Merino). El año pasado se consiguieron 37 goles y en la actual se han marcado 33, uno más que el Alcorcón, rival del próximo domingo en La Romareda y colista descendido de la categoría. Con la salvación virtual en el bolsillo, que podría producirse con un empate ante los alfareros sin esperar a resultados de terceros implicados, el conjunto aragonés tiene que esquivar sin embargo otras vergüenzas.

En primer lugar, no acabar el ejercicio como el equipo con menos tantos a favor en Segunda, un dato que empañaría todavía más esta temporada de insufribles y a la vez productivos empates ante la imposibilidad de ganar. Y en segundo, que su porcentaje goleador no sea el peor de su historial en la liga de plata y el segundo más bajo en su currículum en el fútbol profesional desde su fundación en 1932. A falta de cuatro partidos, el conjunto aragonés cuenta con un ratio de 0,86, por debajo del general del año anterior que quedó establecido en 0,88 en 42 jornadas. Los dos peores registros datan de las campañas 70-71, cuando el Real Zaragoza descendió como último y 22 tantos en 30 partidos (0,73 de media), y 40-41, también con caída a Segunda con 22 goles en 26 encuentros (0,84 de media). La tercera marca más sonrojante en ataque fue la del curso pasado, 2020-2021.

Para evitar colocarse en el segundo cajón de ese podio nada honorable, ya que al primero no podrá acceder ni en el caso de que no consiga marcar en el resto del torneo, debe hacer un mínimo de tres goles en sus citas contra Alcorcón, Oviedo, Lugo y Real Sociedad B, es decir alcanzar los 36. Si no es así, se despedirá con el peor ratio goleador de su paso por Segunda. Con Iván Azón, su pichichi, aún entre algodones  pese que se ha entrenado con el grupo este lunes, y Álvaro Giménez y Nano Mesa fuera de combate, puede quedar Sabin Merino como única artillería pesada para recibir al Alcorcón.

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