Azón sugiere un cambio en la ruta del ‘9’

Teniendo en cuenta las dificultades de tesorería y que los nuevos dueños han invertido para los asuntos urgentes sin inyectar el capital suficiente para rebajar el limite salarial, quizás sería conveniente contemplar la configuración de la plantilla sobre ese indicador. De hecho, la propiedad ya ha ajustado su gasto a un contexto de austeridad donde priman la cesión vía sinergia y la contratación de futbolistas del mercado libre, condicionado también por la compleja empresa de prescindir de jugadores con nóminas elevadas que no interesan para reconducir ese dinero hacia el apartado de fichajes. La prioridad para mejorar la amplitud competitiva del equipo base, por ahora muy similar al de la temporada pasada, ha sido y es el hallazgo de un delantero con el gol que eleve un potencial ofensivo muy rebajado durante las dos últimas temporadas.

Ese objetivo ha tenido nombres propios en el rastreo de atacantes, algunos inalcanzables por su caché y otros imposibles precisamente por ese muro financiero tras el que vive el Real Zaragoza. En ese escenario, Iván Azón aparece todavía con el cartel de secundario, pero su notable rendimiento en la pretemporada, su alto ratio realizador en los dos cursos que ha formado parte de la primera plantilla y los obstáculos para adquirir un 9 que mejores sus prestaciones, sitúan al canterano en una nueva dimensión. El debate sobre si está cualificado para responsabilizarse de la titularidad lleva abierto un tiempo. Hay quien considera que es un jugador principal y quien estima que todavía no ha madurado lo suficiente, que necesita seguir creciendo junto a otro compañero de zona con más experiencia. Las dos exposiciones tienen su lógica, pero habría que despejar primero una cuestión fundamental para decantarse por una de ellas: cuál es el objetivo inmediato del club.

El ascenso asoma entre los discursos de los protagonistas y en el corazón de los aficionados. No es nuevo este sentimiento, cada vez con mayor carga de ansiedad tras diez temporadas en Segunda. ¿Pero es una meta cierta o el espejismo reaparece impulsado por el deseo más que por la realidad de un Real Zaragoza que estrena entrenador y estilo con pocas piezas diferenciales en su estructura deportiva? Los partidos amistosos han ratificado esa inestabilidad y una estrategia agresiva y cuestionable al menos con estos futbolistas, endulzadas por la capacidad para sobreponerse a la adversidad y por un buen encuentro frente al Betis en el examen más exigente de esta fase de preparación. Azón ha marcado tres goles, los mismos que Vada, erigiéndose como el más destacado, junto a Grau, de este periodo.

No sería descabellado, atendiendo a todas esas premisas, que se invirtiera el papel del punta de la escuela zaragocista y que el delantero por venir lo hiciera en un plano de menor jerarquía, que fuera el nuevo quien trabajara para competir por el puesto con Azón, quien con su rendimiento sugiere un cambio de ruta en las preferencias de la dirección deportiva. Con mucho por recorrer y aprender, el chico que intimidaba casi en exclusiva por su físico ha evolucionado hacia un perfil de mayor riqueza de recursos. Ante el Betis, donde no marcó, zarandeó en el cuerpo a cuerpo a Marc Bartra, le ganó con suficiencia los duelos por velocidad y la espalda en los desmarques de ruptura, y en todos los pulsos de igual a igual con el central impuso un considerable criterio en la administración de la pelota. En este Real Zaragoza, puede que ya haya llegado su día entre los once elegidos.

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