Resultó difícilmente comprensible que Juan Ignacio Martínez no ya prescindera de Borja Sainz en la titularidad frente al Almería, sino que con el 1-0 en contra ni siquiera le concediera un solo segundo en favor de Zapater o Eguaras, con la única apuesta ofensiva y tardía de Azón y sin consumir los cinco cambios. Pero el técnico tiene una fijación con Bermejo, al que considera poco menos que imprescindible en sus planes pese a que el futbolista le lleve la contraria con empeño. El madrileño es un jugador guadianesco, de bajas prestaciones defensivas y en no pocas ocasiones con tendencia a perder balones muy comprometidos para su equipo. En Almería, sin ir más lejos, un error suyo generó el contragolpe del primer gol del equipo de Rubi.
Su gran partido, y casi el único en las dos temporadas que lleva en el Real Zaragoza, se produjo en Las Palmas, donde además marcó un tanto. Por lo demás, su paso por el campo es una sucesión de amagos hacia ninguna parte, de disparos que no hallan los tres palos y de pases filtrados adininados por lo general por los defensas. Pinturero en la conducción resulta nulo en la ejecución. Borja Sainz no consigue sacarle de la cabeza de JIM pese a que el vizcaíno ofrece mucho más. Hay un dato muy significativo del rendimiento del de Leioa cuando ha aparecido en seis encuentros en el once: ha participado en tres de las cinco victorias (Sporting, Las Palmas y Eibar) y en tres empates (Lugo con penalti incluido, Ponferradina y Amorebieta). La traducción es impecable: el Real Zaragoza no pierde con él desde el inicio de los partidos.
No es algo casual, en absoluto. En esos triunfos fue clave frente a los asturianos con un gol magnífico que se fabricó al mejor estilo Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como, una acción brillante que mezcló en su justa medida robo, conducción, desborde y disparo. Hay más motivos de peso a favor del vasco. En la remontada en Alcorcón emergió en la segunda mitad precisamente en lugar de Bermejo, y tras salir en Burgos desde el banquillo se fraguó la suma de los tres puntos en El Plantío. Borja Sainz, cedido por el Alavés, ha venido al Real Zaragoza a crecer, y cuando se lo permiten casi siempre deja detalles de, al menos, estar muy por encima de Bermejo (en estos momentos también de Narváez). Que el entrenador le tenga en ese segundo plano incomprensible es un misterio por resolver incluso para Agatha Christie.
Pues sí