La peligrosa aventura de dos años sin gol

El Real Zaragoza pudo haberse colgado de la copa del árbol de la clasificación de haber vencido en Almería. Con un 0-1 hubiera sido suficiente. ¿Pero cuánto tiempo hubiese prologando ese estado de máxima ilusión con esos marcadores en los que tan sólo tres veces ha logrado sumar más de un gol? Posiblemente muy poco. De hecho en los últimos cuatro encuentros, con derrotas ante Leganés (0-2) y Almería (3-0), empate con Amorebieta (1-1) y victoria sobre el Eibar (1-0), el conjunto aragonés ha conseguido dos tantos y ha encajado seis. La elevada rentabilidad de los que lleva a favor (17) y contar con la cuarta mejor defensa del campeonato (19) en 20 partidos le permite vivir más cerca del playoff que del descenso, lo que podría calificarse como un éxito en función de cómo se configuró la plantilla en verano y del rendimiento que el entrenador está sacando de una plantilla con no pocas limitaciones. Es más, en caso de ganar al Tenerife en la jornada que da portazo a la primera vuelta, reactivaría con números sus ambiciones.

Esa travesía al límite está claramente señalada por el desatino en el acierto de los delanteros en las tres últimas ventanas de fichajes. Álvaro Giménez se ha desperezado con cuatro dianas tras una larga sequía, pero esa cifra, si no la mejora en el futuro, es aún insuficiente para considerarlo referencia atacante de un equipo que aspire a algo importante. A estas alturas de la competición en el curso anterior, Juanjo Narváez llevaba cinco mientras El Toro Fernández y Vuckic mostraban cero en sus cuentas, guarismo que no superaron y que acentuó su patetismo con un Álex Alegría que añadió un solo gol a ese tridente sin pólvora alguna. Ahora la única colaboración es la de Valentín Vada y un par de picotazos de Nano Mesa, Narváez y Borja Sainz. El Real Zaragoza, sea actual sea su objetivo, debería presentarse en el mercado de invierno en la búsqueda de otro punta con el olfato más afilado, si bien ya se ha encargado de anunciar una vez más que si no libera masa salarial suficiente, la plantilla es muy posible que se quede como está.

Entre los 42 encuentros de la campaña pasada y los 20 de la actual ha conseguido 54 goles (sumando los tres del Alcorcón por alineación indebida de los madrileños). En la lista de los 15 clubes que han participado estos dos años en Segunda, es el segundo con peor bagaje realizador, tan sólo por detrás de los 47 del Alcorcón. El ejercicio goleador 2020-2021 lo acabó por delante de Tenerife, Alcorcón y los descendidos Logroñés, Castellón y Albacete, mientras que el vigente sólo lleva más tantos que Real Sociedad B, Alcorcón (ambos en zona de descenso) y Fuenlabrada. Otro dato que da en la diana de su gran déficit para pensar en grande o evitar peligros emerge en las veces que se ha sido incapaz de marcar en este periodo: en 25 partidos de 62 no ha batido la portería rival una sola vez, es decir que se ha quedado a cero en el 40% de los encuentros (7 de 20 esta campaña, el 35%).

Las direcciones deportivas, la de Lalo Arantegui y la de Miguel Torrecilla, han dejado un solar ofensivo considerable por el que han circulado delanteros nefastos o, todavía, de muy dudosa productividad. El Real Zaragoza es un equipo sin gol que esta temporada respira mucho más tranquilo a una jornada de que caiga el telón del primer capítulo, pero pendiente de un futuro que inevitablemente estará condicionado a escenarios extremos que solicitarán que se mantengan esa extraordinaria rentabilidad con baja producción y una firmeza defensiva que roce la perfección.

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