De salvadores a verdugos

El Real Zaragoza jugará 13 jornadas en el patíbulo, condenado por una directiva prehistórica e irresponsable

 

El fútbol se ha convertido para este Real Zaragoza en un instrumento ajeno al deporte. Hoy por hoy, es una herramienta rudimentaria y oxidada por la gestión prehistórica del consejo de administración para intentar que el club y la empresa no desaparezcan. La derrota contra el Rayo, por cómo se produjo, ha tenido un efecto devastador, pero Vallecas, en principio, no era un campo sencillo para conseguir un resultado positivo. La infamia viene de fábrica y después de repudiar el mercado de invierno con el consentimiento de Miguel Torrecilla y Juan Ignacio Martínez, que capitularon amablemente como renovadores frente a una propiedad sedentaria. Ahora, este equipo despiezado y sin personalidad en los despachos ni el vestuario se enfrenta a 13 jornadas obligado a ganar al menos en seis para sumar los puntos necesarios para salvarse. Pero, ¿quién asegura que pueda hacerlo? Nadie. Manolo Villanova comentó en una entrevista en esta web que el corazón dice que se conseguirá, «pero hacen faltan más cosas». Santi Aragón confesó estar «muy preocupado» y Xavi Aguado dijo: «Estamos en un momento muy complicado y no es por alamar a la gente». La preocupación se extiende como una enfermedad letal en todos los ámbitos.

Hay una inclinación a creer que el calendario se suaviza en los próximos partidos, en los compromisos frente a Mirandés, Logroñés y Cartagena. Los primeros son octavos, los riojanos va por delante y el Cartagena cuenta con mejor plantilla. La teoría de que el camino se endulza se sostiene en el deseo, no en la realidad: cualquiera de esos tres rivales están en disposición de vencer al Real Zaragoza o de no permitirle ganar, lo que es igual de grave ya que los empates son ahora mismo puñales. Mientras JIM despejó la cabeza de sus jugadores, hubo una ligera luz de esperanza, pero la capacidad de seducción mental del entrenador se ha desvanecido, y en el plano que le corresponde, el de entrenador, se ve cada día superado por las ingentes limitaciones del grupo y por las suyas personales. El vértigo se ha instalado en un contexto de permanente inestabilidad.

Depende de cómo salga del mes de marzo y del primer día de abril, el Real Zaragoza sabrá si puede aspirar a la permanencia o está dentro del ataúd a falta de que caiga la tapa. En el peor de los casos, le esperan como enterradores Fuenlabrada, Almería, Girona, Sporting, Lugo, Espanyol, Las Palmas, Castellón, Mallorca y Leganés. Sin capacidad para vencer fuera, con sus problemas endémicos de gol y la depresión de Cristian, que no levanta cabeza, se reducen aún más los asideros a los que agarrarse. El Real Zaragoza va a jugar todos sus partidos en el patíbulo al que ha sido condenado por la irresponsabilidad de sus salvadores, que si se produce la tragedia, se pasearán en el futuro por la ciudad como verdugos de una institución histórica en el tiempo y las emociones.

One comment on “De salvadores a verdugos

  • Maño de Vilassar , Direct link to comment

    Pasarán a la historia como los enterradores del club. Aunque las fuerzas vivas tratarán de defenderlos, los veteranos zaragocistas no olvidaremos

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