Los lectores de Príncipes de París eligen el prototipo de jugador histórico perfecto en base a estos tres futbolistas, el juego aéreo de Poyet, el corazón de Zapater, la pegada de Esnáider y las manos de Cristian
Toda encuesta deportiva tiene un alto componente de injusticia o está condicionada por la actualidad, donde los personajes próximos en la memoria toman clara ventaja en la votación. Esta no es distinta, pero el jugador prototipo de la historia del Real Zaragoza elegido por los lectores de Príncipes de París contiene elementos intrínsecos a la personalidad de identidad del club. Había diez preguntas y diferentes propuestas de distintas épocas, desde los Magníficos hasta el presente. El cuerpo ha tomado vida en el alma de Señor, Aragón y Savio, ganadores en dos parcelas cada uno, rematado por el juego aéreo de Poyet, el corazón de Zapater, la pegada de Esnáider y las manos de Cristian. La criatura, sin duda, es bella al margen de que otro composición cualquiera hubiese sido comparable o mejorable.
El carácter y la calidad se han impuesto, muy al gusto de la exigencia del aficionado tipo del Real Zaragoza. La inteligencia y el liderazgo de Juan Señor, un centrocampista multidisciplinar con un campo de acción casi total, no ha admitido la mínima discusión. Emerge con la gran figura, el molde de la excelencia. El dominio del balón de Savio y su maravillosa pierna izquierda, una conjunción que hacían del desborde en carrera arte y magia, han sido objeto de indudable seducción para los participantes en la encuesta. Y cómo no, Aragón y su periscopio para descubrir vida en agujeros negros, o su pierna derecha en forma de batuta para dirigir cualquier orquesta sinfónica. Caviar para el paladar zaragocista, tan acostumbrado a la buena mesa.
En el dominio del espacio aéreo, la lucha ha sido encarnizada hasta el último segundo entre Poyet y Marcelino. Al final se la ha llevado por un solo voto el uruguayo, un rematador de segunda línea valiente, listo, irreverente y alegre. La cabeza de Marcelino, aún así, sobresale sin haber ganado por relevancia y una frente prodigiosa, atemporal en el reconocimiento de todas las generaciones. El latido corresponde a Zapater aunque haya habido muchos adeptos a Violeta, una leyenda. El actual capitán representa lo mejor de los valores relacionados con el corazón: la fidelidad, la lucha, el compromiso del futbolista aragonés que siente su tierra en las venas. Esnáider ha sido considerado como el poseedor del mejor disparo. Su gol en la final de París, eclipsado por el de Nayim, contiene la furia desatada y la clase en el lanzamiento que le distinguían cuando desenfundaba para disparar. La portería le ha sido entregado a Cristian aunque con la sombra Cedrún a su lado. El argentino, gracias a la enorme influencia que ha tenido con sus espectaculares intervenciones, pone sus manos a este prototipo de futbolista si no perfecto, sí dueño de una genética cien por cien zaragocista.
Más corazón
Zapater (37%, 59 Votos)
Mejor juego de cabeza
Gustavo Poyet (29%, 46 Votos)
Marcelino (28%, 45 Votos)
Más inteligente
Señor (49%, 81 Votos)
Mejor técnica
Savio (25%, 41 Votos)
Pierna derecha
Aragón (49%, 79 Votos)
Pierna izquierda
Savio (44%, 70 Votos)
Mejor disparo
Esnáider (41%, 66 Votos)
Mejor visión de juego
Aragón (49%, 81 Votos)
Mejor líder
Señor (44%, 74 Votos)
Mejores manos
Cristian (30%, 47 Votos)
Cedrún (29%, 46 Votos)
