Los elogios a JIM, en cuarentena

Con la calculadora en mano, sus méritos son incuestionables, pero para evaluar por completo su trabajo y hacer comparativas hay que esperar para ver cómo resuelve el duro calendario que le espera y que correspondió a otros entrenadores

El alabado sea Juan Ignacio Martínez tiene algunos matices. Su trabajo está siendo bueno porque ha conseguido, junto a los jugadores, que el Real Zaragoza salga de las profundidades de la clasificación y se sitúe con una cantidad de puntos que permiten ver la salvación cerca, a unas tres victorias más de distancia en las nueve jornadas que restan para el final del campeonato. También ha colaborado su personalidad pacificadora y amable para calmar el sistema nervioso de un vestuario que recogió en ruina moral. Se le deben reconocer estos méritos, incuestionables con la calculadora en la mano porque sus números son estupendos en contra del fútbol que se sigue practicando, lo único que le ha sido imposible mejorar porque era un quimera hacerlo.

Desde que asumió el cargo, el Real Zaragoza ha ganado siete partidos, ha empatado cuatro y ha perdido en otras cuatro ocasiones, siempre con el sufrimiento como denominador común como se escenificó por enésima ocasión en Fuenlabrada, donde venció con un único tiro a puerta en forma de penalti. 25 puntos de 45 posibles, impactante para un equipo que al llegar el técnico alicantino había encadenado nueve partidos con una sola victoria. Ahora bien, el juicio real sobre JIM hay que ajustarlo a su contexto y, sobre todo, al final de su trayecto, que coincide con un calendario muy complicado, con rivales como Almería, Sporting o Espanyol a los que tuvo que hacer frente sin éxito Iván Martínez, quien también cayó ante el Rayo. Si se hace una comparativa entre ambos entrenadores en los rivales coincidentes, ambos derrotaron al Fuenlabrada y perdieron con Oviedo y Rayo. A favor de JIM solo figura el triunfo sobre la Ponferradina. El Real Zaragoza también elevó el nivel competitivo de la era Baraja para caer por la mínima en seis de los tiene partidos perdidos.

Las comparativas y la valoración definitiva sobre Juan Ignacio Martínez tendrán que esperar consiga o no la permanencia. Sería injusto y desajustado hacerlo antes porque sus exigencias no tienen nada que ver con las que tuvo Iván Martínez en un fase del torneo durísima. JIM se enfrentará a los mejores, también a un Girona y un Mallorca contra quien Baraja empató. Los elogios, algunos que sin duda se ha ganado por derecho propio y que se centran en la correcta gestión del grupo más que en su interpretación de los encuentros y de las alineaciones, quedan por lo tanto en cuarentena.

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