El Real Zaragoza entra en el reino de Midas

Parecía un equipo despojado para discutir por las primeras plazas del campeonato pese a que Juan Ignacio Martínez insistía en que en sus manos había un grupo para competir con cualquiera. Mantuvo la fe en la espiral de empates que impedían un impulso suficiente como para ser feligrés de la iglesia del alicantino, pero después de encadenar tres victorias consecutivas con el Real Zaragoza por primera vez desde que dirige al conjunto aragonés, va a ser muy complicado no comulgar con su teoría. Queda una larga travesía en una competición que se disputa en una selva inhóspita donde un colibrí puede llevar veneno en el pico y un caimán dejarse domesticar como una oveja. En ese jungla, cuando el calendario presentaba un largo y sinuoso camino contra los mejores, el Real Zaragoza ha tenido una respuesta que le traslada a otra dimensión, a un espacio donde el individuo mejora a través del conducto colectivo. La victoria en Las Palmas para sumar nueve de nueve puntos posibles confirma que es una bestia preparada para sobrevivir en las peores condiciones y para dar zarpazos a quien se le ponga por delante. Siempre con JIM acariciando su lomo. Porque este Real Zaragoza brillante contra el Sporting y deslumbrante en Las Palmas es fruto de Juan Ignacio Martínez, guía humilde que desde la solidaridad y el aprendizaje de la materia prima que tiene ha construido un equipo muy solvente.

Ahora, todo lo que toca el conjunto aragonés se transforma en oro. Bermejo, un futbolista, cuestionado a cada zancada o pase y con razón, se elevó por encima de su mejor versión posible y sobrevoló el estadio Gran Canaria como un jinete apocalíptico para el conjunto de Pepe Mel con un soberbio gol y una delicada asistencia, además de coronarse emperador del encuentro donde había otros príncipes como Jonathan Viera o Jesé en la cola de aspirantes al trono. Al marcar el empate después de que Viera adelantará a los amarillos, el zurdo soltó por la boca un trueno para desatar después un recital de estupendas decisiones, entre ellas ese pase envuelto en papel cuché del tanto de la victoria de Álvaro Giménez, otro que con un doblete explotó lo mejor de su condición de delantero de área. Otro encuentro coral, esta vez ante un enemigo colosal por su variedad ofensiva que se encontró con un Cristian terrenal para fallar en la diana de Benito y en un despeje con los pies y divino para desactivar sus ambiciones en un campo donde era invencible. En un su peor y mejor noche, el argentino ratificó su condición de monolito al que adorar.

Las Palmas desprende todo tipo de esencias agradables en ataque. Hubo un momento en el que ese perfume tuvo un efecto cautivador para un Real Zaragoza inoloro,  monocolor, subyugado por las asociaciones a uno o dos toque de jugadores de pie y olfato muy finos. Se veía venir lo peor, que justo es el territorio donde el Real Zaragoza se muta en ave fénix. Cuando asoma el abismo, este equipo salta al vacío en una peculiar respuesta que nace precisamente de su condición de víctima aparente. Lo hizo en El Plantío, diluyó al azucarado Sporting y en la isla de las cabezas cortadas, guillotinó a un rival que iba disparado hacia las posiciones de ascenso directo. Cuando vio rodar la suya se armó de valor y de calidad, con un taconazo de Gámez para Bermejo que el mediapunta resolvió con un disparo sin piedad y un posterior golpeó a bocajarro de Álvaro para remontar. Cuando igualó el conjunto canario y acorraló por completo a Cristian,  el Real Zaragoza contestó con una jugada de alta ingeniería atacante que rubricó la frente de su 9. En un partido de locos, el Real Zaragoza supo el instante en el que aplicar cordura al fútbol.

Faltaban cinco, entre ellos nada menos que Francés, Francho y Nano Mesa. Desde hace tiempo, en concreto desde Montilivi, donde JIM entendió y decidió que en un equipo sin demasiados capitanes necesitaba a la tropa lista y motivada para entrar en combate, la alineación del Real Zaragoza y  sus cambios no llevan inscritos nombres. La nueva religión del técnico aboga por la comunidad, por la homogeneidad como trampolín hacia el talento. La suma de virtudes es la clave para que, salvo excepciones, no haya una sola lágrima por un caído por lesión, amonestación o servicio a la patria. Antes no perdía con notables ausencias; ahora gana falte quien falte o esté quien esté.  Trece jornadas invicto corroboran que la gran estrella del Real Zaragoza habita en ese espíritu familiar que Juan Ignacio Martínez propugna desde un púlpito de carne y hueso.

Hay otra aspecto crucial en esta espectacular evolución de un equipo que siendo el mismo es mucho mejor: el giro del discurso inicial. Hasta hace poco, la muletilla en cualquier declaración apuntaba a una obligación histórica por estar arriba. Nadie renuncia a estar cerca de la cima, pero se ha establecido una escalada más íntima, centrada en el vestuario, dejando que la euforia se extienda entre la afición para su disfrute. Sin esa tensión, el Real Zaragoza se siente obligado, pero no presionado, y se suelta para vencer con autoridad donde nadie antes lo había logrado, con su mayor goleada de la temporada, con una traca de fuegos que han dejado de ser artificiales. En esa selva de Segunda División donde sabe que cada moneda puede ser falsa, ha entrado en el reino de Midas con este nuevo baño de oro.

 

 

03 comments on “El Real Zaragoza entra en el reino de Midas

  • Dabi , Direct link to comment

    Más allá del desastre en que se ha convertido el club, un poco de autocrítica de la prensa tampoco iría mal. Lo visto en los dos últimos partidos no es más que la evolución lógica de lo que vimos en los primeros partidos y que perdimos por la creciente desconfianza que provocó la falta de resultados. Si no llegamos a encontrar una flor en Burgos, con la crítica destructiva que acumulaba esta plantilla, sentenciada por toda la prensa… La prensa debería autoexigirse más rigor, pausa y reflexión en el análisis, no que lidere el sector más forofete con discursos oportunistas de cuarto de hora. Ayer carbón, hoy diamante. Mañana…

  • Felsmeg , Direct link to comment

    El taconazo de Gámez viene de un pase de 25 metros de Eguaras que es el verdadero artífice de la jugada del primer gol. Se te ha vuelto a olvidar citarle. Cuando falla no se te olvida.

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