El Real Zaragoza es el único en el mundo que ha logrado golear a lo grande a Madrid y Barça en su estadio, el Bernabéu y el Camp Nou

La dimensión del Real Zaragoza se puede observar desde muchas perspectivas. Depende de las generaciones, de los tiempos que le ha tocado vivir al aficionado. Estos de mediocridad, forzada por propietarios y gestores que han arruinado al club o no saben cómo sacarlo de la bancarrota, son los más duros de digerir pese a que el sentimiento de pertenencia lucha por imponerse al desencanto, al abandono, a la apatía. Y esa herencia, recibida en primera persona o en forma de relato de testigos directos, es el principal alimento de la grandeza vigente y de un futuro que recupere momentos gloriosos. Dentro de este terrible paréntesis (nueva temporadas consecutivas en Segunda con la que viene y una directiva que no tiene el mínimo rubor en hacer público que hay un proyecto viable en Segunda B), se puede realizar un ejercicio de melancolía para sobrevivir a semejantes ignominias. Sin embargo, la historia posee un motor de realidades propio y ajeno a la añoranza que moviliza el sentimiento y el orgullo. Y conviene repasarla con espíritu de zahorí para comprender la magnitud del Real Zaragoza, que se puede medir en títulos o en partidos esplendorosos. Seis copas, una Recopa, una Copa de Ferias, una Supercopa… Las vitrinas son un excelente santuario al que acudir para recordar y certificar que existen motivos suficientes para continuar en la batalla con la cabeza bien alta. Dentro de ese museo físico no figuran algunos datos que refrescan la memoria como agua parisina del 10 de mayo y responden fielmente al significado del Real Zaragoza desde el mismo día de su fundación, el 18 de marzo de 1932.

Las hazañas domésticas no son menores que las vivencias legendarias, y completan y refuerzan la convicción de que estamos frente a un equipo que ha conseguido iluminar las competiciones con un estilo futbolístico admirado y respetado. Nadie, salvo el Athletic de las primeras décadas del siglo pasado y con al menos un marcador que alcance las seis dianas a favor en un mínimo de tres encuentros, ha conseguido doblegar con goleadas de escándalo y tanto en condición de local como visitante al Real Madrid y el Barcelona, los dos clubes más poderosos del planeta. Solo el Real Zaragoza en un contexto más actualizado que el Athletic y, por supuesto ellos mismos en su particular y cerrado duelo social y político y deportivo, ha sido capaz de humillar desde el espectáculo a ese par de transatlánticos. La última gran paliza encajada por los blancos a domicilio fue el 6-1 de la temporada 2005-2006, en aquella cita de Copa que hizo levitar a La Romareda en las alas de Diego Milito y Ewerthon. El Málaga (6-2) y el Valencia en una semifinal de Copa (6-0) le habían precedido con marcadores de órdago después de que el propio conjunto aragonés, en la campaña 73-74 hubiese repetido un 6-1 en la gran tarde de García Castany. El Madrid estuvo siete cursos sin recibir cinco goles lejos de su estadio, pero en la 82-83 volvió a rendir visita al Municipal en la Copa de la Liga para caer por 5-3 (solo en Copa de Europa el Hamburgo en el Volksparkstadion (5-1) y el Kaiserslautern en UEFA en Fritz-Walter (5-0) se habían atrevido a tanto como locales en ese periodo).

Uno de los cuatro últimos grandes conquistadores del Bernabéu ha sido el Real Zaragoza. Antes de que Mallorca (1-5 en 2002-2003), el Sevilla en la Supercopa (3-5 en 2007-2008) y Barcelona (2-6 en 2008-2009), el equipo que entrenaba por entonces Chechu Rojo azotó al Real Madrid en una noche imborrable del diciembre de 1999. El paseo por la Castellana resultó una travesía de ensueño. Milosevic, Juanele y Garitano fulminaron (1-5) al cuadro del compungido Vicente del Bosque. Rápidamente hubo que consultar las hemerotecas para hallar un seísmo similar en Chamartín, y apareció el 0-5 (73-74) del Barcelona de Johan Cruyff, de Sotil, de Asensi, con Rinus Michel en el banquillo azulgrana y el apagafuegos Molowny enfrente.

El esplendor en la hierba del Real Zaragoza también ha cegado al Barcelona en el Camp Nou y en La Romareda con marcadores asombrosos. Es más, sus dos últimas grandes derrotas a domicilio se produjeron en el Municipal. El 6-3 del gol de Fernando Cáceres recorriendo de polo a polo el estadio en el ejercicio 93-94 y, el 6-4 de Copa en 1964, con un festín de los Magníficos y tantos de Canario, Violeta, Marcelino, Isasi, Santos y Villa. Desde ese par de explosiones, nada parecido le ha ocurrido al Barça en sus salidas. El Bayern Munich se llevó por delante en Champions a los catalanes en el Estádio da Luz de Lisboa (2-8), por lo que el Real Zaragoza aún ostentaría la última goleada enemiga que se recuerda en el Camp Nou, el 4-5 de la Supercopa, en 1994. Un maravilloso duelo en OK Corral con los todos caminos despejados hacia las porterías, sobre todo para Higuera, que logró un triplete en un partido sin tregua, a tumba abierta. La afición recibió al equipo en La Romareda, pese a perder el título por el cómputo global, enardecida, azotada por la ilusión y ese espectáculo brindado a la posteridad.

Así es en esencia aún el Real Zaragoza aunque una capa de oscuridad y malos presagios se haya posado en su destino. Insolente, valeroso, vencedor inmisericorde del Madrid y del Barça para triturarles aquí y allí en partidos que parecen lejanos y, sin embargo, muy próximos en las actas de la memoria porque casi nadie los ha podido repetir. Porque nadie en el mundo, salvo el Athletic de la primera mita del siglo  XX, puede presumir de golear a lo grande a Madrid y Barça en La Romareda, el Bernabéu y el Camp Nou.

¿Con qué gran goleada al Madrid o al Barça te quedas?

  • 6-1 en la Copa al Madrid (2004) (40%, 10 Votos)
  • 1-5 en el Bernabéu (1999) (32%, 8 Votos)
  • 6-3 al Barcelona(1993) (12%, 3 Votos)
  • 6-1 de los Zaraguayos al Madrid (1975) (12%, 3 Votos)
  • 4-5 en la Supercopa en el Camp Nou (1994) (4%, 1 Votos)

Votantes totales: 25

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