La notable respuesta del Real Zaragoza contra, por ahora, los mejores equipos de Segunda, puede alcanzar su máxima expresión este sábado si gana al Almería en los Juegos del Mediterráneo, un estadio donde todavía nadie ha conseguido vencer. Con la clasificación actual en la mano y los enfrentamientos entre sí de los nueve primeros, el conjunto aragonés suma 9 puntos en una lista liderada por el propio Almería con 13 y el Eibar con 12. Ponferradina (11), Las Palmas (10), Tenerife (10), Valladolid (8), Oviedo 7 y Girona (6) completan esta escalera de color. Este fin de semana, de todos ellos, solo se van cruzar cuatro. El Valladolid y Oviedo lo harán en Zorrilla, mientras que el duelo al sol se va a producir entre el equipo de Rubi, líder, y el de Juan Ignacio Martínez, noveno. En el caso de que el conjunto aragonés salga de este partido con todo el botín, con 12 puntos se coronaría como el matarreyes de la categoría –aunque todavía un punto por debajo del Almería e igualado con el Eibar– a la espera de la visita del Tenerife a La Romareda en el ocaso de la primera vuelta, otro que, como tercero, pertenece a la nobleza del campeonato.
Por el momento esos 9 puntos frente a muchos de los rivales elegidos para la gloria por presupuesto, rendimiento o ambas cosas demuestran que el Real Zaragoza sabe desenvolverse en situaciones de máxima exigencia, bastante mejor que si el calendario le propone clubes con menores aspiraciones. El único que le ha derrotado ha sido el Valladolid en Pucela (2-0) en el primer desplazamiento de la temporada. Tuvo sus opciones en una primera parte con al menos tres ocasiones muy claras, dos de ellas de Azón, que podrían haber cambiado el rumbo del encuentro, pero en esa etapa su generación masiva de oportunidades y acciones ofensivas impactaban contra una pésima puntería. Aun así fue la primera pincelada de que estaba capacitado para competir ante los grandes.
Su primer punto de prestigio lo logró ante el Real Oviedo en La Romareda con una igualada sin goles en plena era de los empates, resultados que le daban un grueso barniz luchador pero congelaban su avance. Repitió marcadores con Ponferradina en casa (1-1) y Girona fuera (1-1), en el primero de los casos gracias a un penalti de Vada que equilibrio el gol anterior de Cristian, y en Montilivi dejando escapar el triunfo en la recta final con una diana de Stuani que evitó la felicidad completa que anunciaba el tanto de Vada. Las Palmas asomó en el horizonte como un tiburón. Le precedían cinco victorias consecutivas en el Gran Canaria y el cartel de invencible ante su afición. En la primera media hora dejó marca de su mandíbula con un fútbol vertical y explosivo que le dio ventaja con un gol de Raúl Navas. En lugar de arrugarse, el Real Zaragoza, que acudía a ese compromiso con cinco bajas, respondió rápido y con personalidad. Bermejo y un doblete de Álvaro Giménez dieron forma a una victoria de prestigio en el escenario más hostil por entonces.
La confirmación de que hay que tener mucho cuidado con él se produjo el pasado lunes con el Eibar enfrente. Los guipuzcoanos perseguían puesto de ascenso directo, pero el Real Zaragoza lo mantuvo a raya hasta que Francés embocó en la portería de los vascos en un córner botado por Francho. La exhibición de ambos a nivel individual y un planteamiento de erosión y elevada disciplina defensiva que se ajusta como anillo al dedo cuando se mide a un gigante, se fusionaron para desarmar a la escuadra de Gaizka Garitano. Nada es casual en la fama de tipo duro y equilibrado del Real Zaragoza sobre alambres electrificados. De esos nueve clubes que a estas horas gobiernan la cumbre de la clasificación, es el único que ha perdido un encuentro, el de Valladolid. Sólo el Las Palmas puede presumir de idéntica solvencia a cara de perro: los canarios han caído una única vez. ¿Contra quién? Contra el Real Zaragoza. Estas son las derrotas del resto. Almería: Ponferradina y Eibar; Ponferradina: Tenerife, Las Palmas y Oviedo; Eibar: Ponferradina, Valladolid y Zaragoza; Tenerife: Almería, Las Palmas y Eibar; Valladolid: Tenerife, Girona y Almería; Oviedo: Almería y Eibar; Girona: Ponferradina, Almería Tenerife y Eibar. Los Juegos del Mediterráneo esperan al matarreyes.
